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Epistolario > Volumen 6 (Enero 1883 -... > Vol. 6 - carta 6

Datos del fragmento

Remitente CASIMIRO DEL COLLADO. (A Madrid) Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 10 enero 1883 Lugar 11 bis r. Balzac, Paris

Texto

Volumen 6 - carta nº 6

De CASIMIRO DEL COLLADO. (A Madrid)
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

11 bis r. Balzac, Paris, 10 enero 1883

Mi bueno y querido amigo: Comienzo por desearle, así en nombre propio como en el de toda mi fam.ª, felicidad y tranquilo contentamiento durante el año que empieza, y que ójala sea para V. el comienzo de una larga série de ellos, llenos de salud y de gloria. Excuso afirmarle la sinceridad de nuestros deseos y felicitaciones, pues ya conoce hasta donde se extiende el cariño que le profesamos.

Ahora voy á disculpar mi silencio desde mi última carta que debió ser desde Aix-les Bains y de mediados ó fines de Agosto. No me probó aquello muy bien y seguí en Paris más bien cayendo que levantando. Hasta que en fines de Nov. e me pesqué una aguda pleuresia que cedió al cabo de varios dias de cama, y merced á un poderoso caústico. Desgraciadamente, mientras duró la enfermedad y la precisa dieta el Orinoco de mi bilis creció poderosamente y fué preciso un luengo periódico [sic] de purgas y sufrimientos para reducirle á su cauce natural, que no es flojo por naturaleza. Así es que mi convalecencia fué larga, y solo me he repuesto hasta donde en mis años lo consiente mi asendereada constitucion. Con que ya tiene V. con que disculpar mi silencio de cuatro meses, que pocos son para su benévola amistad é indulgencia.

Aquí recibí y he leido con el interés que merece, el 4.º [sic] tomo de los Heterodoxos, y doy á V., así como á España y más particularmt. e á ntra. Provincia, las mayores enhorabuenas. No diré que esté yo conforme ni mucho menos, con el pensamiento ó mira política y neocatólica que me parece haber dictado la maravillosa obra y llevádola á perfecta ejecución: tampoco opinaré, como algun sabio amigo nuestro, que hubiese sido quizás mejor dejar á ntros. disidentes en la olvidada quietud de sus sepulcros; pero si sentiré que la obra, estupendo monumento de erudicion y llena de encantos de forma, sea una arma de lucha política actual, por lo mismo que, pasada ésta, al ménos en su período álgido, quizás conserve solamente los prodigios de erudicion y los primores de la forma para determinado número de lectores, pero que no la aprecie la generalidad tanto como se merece, y como la apreciaria á no motejarla de arma de polémica.

No lleve V. á mal esta mi franqueza, hija de mi caracter y de mi sincera amistad: ni le dé tampoco mas importancia que la que merece el voto de persona tan lega como yo. En cambio, reciba mis felicitaciones nuevamente.

Como de V. se dijo en profecia, aquello de

mis arreos son las armas,
mi descanso el pelear,

no dudo que haya emprendido algo nuevo y largo. Sin dejarlo de la mano, cuide de no excederse en el trabajo; ni comprometa su salud. Esta es digna de todo cuidado.

Afectuosos recuerdos de estas damas: mios muy cordiales á D. Aur.º, Cañete, Tamayo &.ª y créame su siempre admirador y amigo

C. del Collado

 

Notas