Volumen 5 - carta nº 50

De VALERO PALACÍN
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Huesca, 2 junio 1881

Existe entre ciertas almas un género de parentesco que, cuando casualmente se ven, las impele por oculta voz como de la sangre á reconocerse y declararse parientes. Entónces, á la que es pobre, el hecho mismo de sentirse pariente le comunica altivez, y ésta calidad le basta para que al decirle a la opulenta «soy de tu familia» lo declare sin temor de ajarla, ni de lastimarse ella; sabria, en verdad, recatarse de decirlo, si en su modesto escalon viese el peligro de cualquiera de los dos estremos. El linaje de las almas es singularísimo linaje.

En las columnas de El Siglo futuro, cuya edicion grande tengo en mis manos cada día, he visto más de una vez ya al soslayo, ya de frente casi toda la fisonomía de V., advirtiendo que todos sus perfiles son diestros, muy diestros toques del Señor Nocedal, de quien la amistad, ofrecida, estimada cual tesoro, aunque de ningun modo cultivada, me honra tiempo há.

Ayer leí el brindis en el Retiro ante catedráticos nacionales y extrangeros, y no ha querido resistir el instinto de enviarle sincera y cordial enhorabuena precisamente el alma ménos bien acomodada y de grado más lejano de su esclarecida parentela.

Por otros mil timbres de saludo, y aunque no conozco todavía su historia de Los Heterodoxos en españa, sin culpa mia ni de ella, sé bastante lo que su entendimiento és, y placer tendria en conocer hasta su rostro de barro detrás del cual esconde Dios el verdadero del hombre.

Por este mismo correo de hoy remito á V . La Armonia y tambien La Grande empresa; como no sé escribir una palabra sin sentirla, hallará V. allí, además del facsímile de la portada, el corazon de su pariente.

Si para ir á Panticosa, ó por el lance que fuere, hubiera V. de pasar por este rinconcito, V. sepa que, con ponerme un renglon será esperado y recibido en una casa donde reina, más aún que en esos libros, la sencillez con la verdad.

B. S. M.

Valero Palacín

Remito de los volúmenes que tengo á mano; no es el alma de V. de las que se detengan en la encuadernacion de un libro. justo es que un presente se ofrezca en bandeja cincelada á quien tal merece. Sobre un pámpano se encuentran bien unas fresas.

Como es mi vida de esas de llevar los minutos siempre contados (debido á vagatelas), resulta que pasó la hora de partir el correo: arregladito y aplazado para esta tarde el paquetillo y carta, ábro á las once el Siglo, leo, le dejo y ábro este pliego otra vez.

Si un día nos vieramos con espacio procuraría llevar en el bolsillo el artículo de D. Cándido.

¡Bien por V.! ¡Bien por él!

Ahora, ahora es cuando si aumentar cupiera, aumentaria la cordialidad del para bien por su brindis del Retiro.