Buscar: en esta colección | en esta obra
Epistolario > Volumen 5 (Mayo 1881 -... > Vol. 5 - carta 4

Datos del fragmento

Remitente EUGENIO SÁNCHEZ DE FUENTES Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 5 mayo 1881 Lugar Habana

Texto

Volumen 5 - carta nº 4

De EUGENIO SÁNCHEZ DE FUENTES
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Habana, 5 mayo 1881

Muy Señor mio y amigo: Atrévome á dar á V. Desde luego este dulce título porque siendo para mí una gran verdad esta frase de nuestro célebre Quintana «Elige uno amigos entre los autores que lee, como entre los hombres que trata», yo, considero á V. desde que ví su primer produccion literaria, como uno de mis mas queridos y respetados amigos.

He tomado hoy la pluma bajo la profunda impresion de asombro que me ha causado la lectura de su magnífico Discurso sobre la poesía mística, para felicitar á V. cordialmente al través del Atlántico por su gloriosa y envidiable entrada en la Academia española.

Cumplido este, que repito sagrado deber de mi conciencia literaria, paso á manifestarle, que nuestro querido amigo é inolvidable Maestro mio, D. Aureliano Fernz. Guerra me dijo en una de sus últimas cartas, que una noche por semana solian reunirse en su despacho V., Cañete, Tamayo, Schz. de Castro, el eruditísimo P. Mir, y otros ilustres literatos y poetas para leer trabajos literarios antiguos y modernos &.ª &.ª y que á consecuencia de esta grata noticia, que me revelaba la existencia de una Academia, que me atrevo á llamar Aureliana, le rogué que leyese y consultase en ella tres Sonetos que le habia enviado, y cuyos títulos son: «Al sol eclipsado», «Poder de la ciencia» y «A la libertad». Tuvo Aureliano la bondad de hacerlo así, y publicó me parece que en «La ilustración católica» el primer Soneto, no sin corregirlo ántes felicísimamente, como yo se lo habia suplicado. Mandó los otros dos, con un B.L.M. á mi nombre al Sr. Abelardo de Cárlos (con quien parece que no corre bien) con objeto de que los insertase en «La ilustracion española y americana», é ignoro si han visto ó no la luz pública á esta fecha. Hoy me tomo la libertad de incluir á V. cinco Sonetos inéditos [1] para que tenga la bondad de examinarlos y de llevarlos tambien en consulta a Aureliano y á sus doctos amigos, quedando desde luego autorizado para corregirlos, y rogándole muy encarecidamente que se sirva darme su franco é ilustrado voto sobre estos humildes trabajos, hijos de los brevísimos ratos de ócio de este pobre golilla . Durante 19 años, que llevo ya de residencia en nuestras Antillas, he escrito poco, muy poco, á causa de mis graves y perentóreas tareas. Sin embargo, aprovechando algunas horas, y satisfaciendo una ardiente necesidad de mi espíritu, he escrito algunas Odas, ocho ó diez composiciones lijeras y veinticuatro Sonetos, que forman el original de un libro, que con el título de «Ecos de las Antillas» pienso publicar algun dia, Dios mediante. Los sonetos consultados anteriormente á mi carísimo Maestro, dos que aparecieron en «La crónica ilustrada» de esa Corte consagrados á Napoleon y á Gravina, otro «A Cuba» que dió hace dos ó tres años á la «Ilustracion española y americana» mi antiguo y respetable amigo, el eminente crítico D. Leopoldo A. de Cueto, y los cinco que me tomo la libertad de enviarle, son 11 de esos 24 Sonetos que tengo preparados para formar parte de mi futuro libro.

Si la lectura de estas humildes producciones y de mi «Fantasia dramática» tienen la buena suerte de estimular el deseo de V. de leer otro librillo mio titulado «Arrullos» consagrado á mi primogénito en los primeros meses de su vida, hace nada menos que 16 años, é impreso en un tomito en octavo de unas 100 páginas en San Juan de Puerto Rico en 1870, sírvase V. pedírselo á nuestro Aureliano, ó á Cañete, ó á Manolo Tamayo, quienes deben conservar de seguro algun ejemplar. Como V. verá el libro puede titularse mejor «Babas paternales» pero de todas maneras, malo, mediano ó bueno está escrito con el corazon y es el único de esa índole que yo conozco. Hay otro preciosísimo titulado «El dolor de los dolores» debido á la inspirada pluma de mi antiguo amigo Ventura Ruiz Aguilera y consagrado á una hija que tuvo la inmensa desgracia de perder; yo canto la esperanza y la dicha suprema del amor paternal; Aguilera llora, araña y despedaza su corazon con los tristísimos recuerdos de su adorada hija. Ambos libros han sido inspirados por el más puro de los amores terrenales, con la sola diferencia de que el dolor ha encontrado su feliz intérprete en un excelente poeta y las dulzuras y regocijos paternales en una lira tan pobre y débil como la mia.

Ruego á V. se sirva decir al gran Aureliano, y á los dos Manolos que tengan esta por suya, y cuénteme siempre en el número de sus más entusiastas admiradores y sinceros amigos

E. Sanchez de Fuentes

La dirección á mi nombre Presidente de Sala de la Audiencia de la Habana.

 

Notas

[1] No se han conservado .