Volumen 4 - carta nº 90

De MIGUEL GARCÍA ROMERO
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Madrid, 31 diciembre [1879?]

Mi distinguido y muy qd.º am.º: quiero concluir el año, dedicando á V. sus ultimos momentos; pues recordando la voz de «marchen» que V. suele dar los domingos en casa de Heredia, le diré que «menos cinco minutos son las doce.

De lo hecho con nuestro querido Rubió ya esta V. enterado; lo que á V. parecerá increible es que la otra noche que vi al poeta catedrático, tuviera que oirle (no sin combatirle por supuesto) sus inconveniencias y genialidades. He sabido que el mismo Schez de Castro ha presentado á Rubió en casa de los de Heredia. Ya me indicó el Marques que se proponia hacer esto, (con cierto misterio me daba la noticia y como prueba de esquisita diplomacia, que francamente no pude entrevér) pero ignoro lo que pasó, porque no pude asistir á la ultima comida. Sé que la Marquesa dijo des[pués], y cierto que V. y yo suscribimos á su opinion, que no se hubiera prestado Schez de Castro á representar el papel de Rubió.

Del Consejo de Estado no hay novedad. ¡Cuanto y con que razon, podria hablar de esto, aun Schez de Castro!

Como ya vamos siendo inconmovibles apesar de los disparos á los Reyes, y de la muerte de Ayala.

Madrid en tanto sin cesar navega
por el piélago inmenso del vacio.

No le quiere sin embargo, en torno suyo, el ínclito y nunca bien ponderado Conde de Sol (D. Leon Carbonero) que acaba de invitarme á un baile que dá mañana en su casa. ¡Buenos andan los tiempos para rigodones!

Ha de haber en estos renglones su poquito de egoismo. Ruégole que meta en el baul la prometida Revista que redactaron V. y esos apreciables Montañeses, y en nombre de D. Fernando Vera, haga lo mismo con no se que sobre Virgilio que prometió V. al Sr. Zarco.

Ojalá sea para V. y para su familia toda á la que ofrezco mis respetos, muy explendido en todo linaje de felicidades, el año en que entramos.

Sabe V. que es muy suyo ex corde af.º am.º ss q.b.s.m.

M. G.ª Romero