Volumen 4 - carta nº 49

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A GUMERSINDO LAVERDE

Madrid, 8 octubre 1879

Mi querido Gumersindo: Por D. Aureliano que llegó hace pocos días de Santiago tuve noticias tuyas que me contristaron no poco, al ver que tu estado no mejoraba.

Hacen mal en decir que yo niego la venida de Santiago, pero tampoco la afirmo con el grado de certeza histórica que tiene la de S. Pablo , aunque como tradicion , pocas tengan tanta antigüedad y fundamento. Lo que resueltamente me parece muy moderno es todo lo que se refiere al Pilár. Á ésto sólo se encuentra una alusion, y muy vaga, en un documento del siglo XII. Todo esto y más lo digo en el 1. ^er capítulo de la historia de los herejes, que ha pasado por el exámen del P. Mir y por la censura de D. Vicente de la Fuente, sin que ninguno de los dos le ponga reparo y eso que les llamé la atencion sobre este punto. El haber insistido yo en el diferente grado de certeza que tienen la tradicion de Santiago y la historia de la venida de S. Pablo, ha sido por llamar la atencion sobre la segunda que con ser la más averiguada é indisputable y confesada por todos los extrangeros es la que tenemos más olvidada. Puedes decir cualquiera de estas cosas, prescindiendo, por si acaso, de lo del Pilar, que me parece insostenible.

Tendré muy en cuenta la recomendacion de tu mujer, aunque no sé á quién dirigirme, porque no conozco á nadie en Gracia y Justicia.

He recibido de Barcelona cópia del Sompri de Bernat Metge sobre la inmortalidad del alma: obra filosófica desconocida del siglo XV, y muy importante. Es una especie de Fedón . En lengua catalana. Llorens pensó publicarle y anotarle.

Caro ha empezado á publicar en el Repertorio Colombiano unas notas para un Virgilio en España , dedicadas á mi. Por todos los correos me manda datos sobre traductores americanos.

320 pp. ván impresas de la heterodoxia. Todavía andan en Hostegesis. Me place la edicion, aunque no está inmune de erratas.

Te doy la buena noticia de que ha salido ya la reimpresion (lindísima, por cierto) del tratado de la hermosura de Dios del P. Nieremberg, hecha por el P. Mir, con un excelente prólogo, donde encarece la importancia de la Estética Española, de que muchas veces le he hablado. Pienso escribir algo sobre este áureo libro.

Tuyo siempre apasionado

Marcelino