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Epistolario > Volumen 4 (Junio 1879 -... > Vol. 4 - carta 36

Datos del fragmento

Remitente JOAQUÍN RUBIÓ Y ORS Y ANTONIO RUBIÓ JOAQUÍN RUBIÓ Y ORS RAURICH 8-3.º-BARCELONA Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 8 septiembre 1879

Texto

Volumen 4 - carta nº 36

De JOAQUÍN RUBIÓ Y ORS Y ANTONIO RUBIÓ [*]
JOAQUÍN RUBIÓ Y ORS
RAURICH 8-3.º-BARCELONA
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

8 septiembre 1879

Mi muy estimado amigo: muchos son los días que han pasado atendiendo el gusto que encuentro en contestar á sus sabrosas cartas, entre su apreciada del 3 y la fecha de la presente, y aunque sé que V. no da gran importancia a esos pecados veniales de la amistad, cuando no puede V. dudar que es franca y verdadera cuanto cabe serlo la que se le profesa, todavía espero de V. mayor indulgencia esta vez en que el pecado del silencio va acompañado de la prueba de que no fue hijo del olvido.

Pensando como pasar agradablemente los ocios que proporciona la vida del campo he caído en la cuenta de que el mejor modo de emprender de nuevo la casi olvidada tarea de hacer versos, despues del largo descanso en que he tenido á mi musa, era ensayarme en algunas traducciones por medio de las cuales volviese á adquirir algo de la facilidad en versificar que en otros tiempos había logrado. Así lo he hecho y el resultado, no sé si ventajoso para mi fama de versificador, ha sido haber traducido dos odas de Victor Hugo, una de ellas que esta todavia en el yunque y bajo la accion de la lima, y la dedicada por V. á la memoria de nuestro casi desconocido Cabanyes, en lo cual temo que parte por torpeza del traductor, parte por las asperezas de nuestro idioma, sobre todo cuando no se conocen sus grandes recursos, el delicado y bello ropage con que vienen engalanadas sus armoniosas y nutridas estrofas aparezca como trocado en tosco manto de paño burdo. Como quiera que sea y teniendo en cuenta que he tenido que vencer más de una dificultad, atendida la excesiva abundancia que hay en nuestra lengua de agudos, que he debido evitar buscando terminaciones y adjetivos femeninos, acepte V. mi pobre versión como una prueba de lo mucho que estimo su oda á Cabanyes, que tengo por de las más acabadas de su colección, y que seria perfecta, y dispenseme V. este rasgo de franqueza, si las estrofas del centro correspondiesen á las del principio y del final, ó si hubiesen sido menos en número las alusiones á las odas de nuestro insigne lírico; como una prueba de que, segun indicaba á V. al principio, no le olvidaba aunque no me diese prisa en contestar á V., y por fin como una ligera muestra del agradecimiento que debía á V. por sus bellas versiones del Gayter del Llobregat.

Deseo con ansia que llegue á mis manos el tomo primero de los herejes para gozar con su lectura y aprender lo mucho que en la materia que en el se trata ignoro.

No vale la monografia de Garcia los elogios con que la favorece. Los estimo sin embargo en mucho como de V.

Mucho gusto tendría en que fuese V. juez en el tribunal que ha de juzgar los actos de Antonio, que bien necesitará quien le valga, atendiendo el poco tiempo que ha tenido para prepararse. Ojalá vayan en aumento las dificultades para constituir el jurado, a fin de que sea mayor el tiempo de que para completar sus estudios disponga.

Antonio va a llenar lo que resta de papel, por esto corto de repente, asegurando á V. que le quiere de veras su buen amigo

Joaquín Rubió

Mi muy querido amigo Marcelino; desearía contestar extensamente á tu última carta, pero el tiempo no me sobra, y voy siempre algo atrasado de correspondencia. Todo lo mucho que quisiera decirte, principalmente de re literaria , será objeto de sabrosas conversaciones en nuestra próxima entrevista. Entonces hablaremos largo y tendido de tus asuntos y de los propios.-Me animan los detalles que me dás respecto la capacidad de mis contrincantes. Temo algo á Ortega, porque sé que hace años se dedica á esta asignatura, ó á lo menos así me lo dijo en Madrid y además porqué en tiempos en que yo más pensaba en el griego que en otra cosa, le proporcioné las obras útiles y raras (en la corte) de nuestro sapientísimo maestro Milá y Fontanals, entre ellas la muy preciosa de los Trovadores.- Cuando contestes á papá, si es que no tienes ocasion y tiempo de hacerlo directamente, dime si en su programa se vé la influencia de nuestros preceptistas, sobre todo de Milá.-No dejes de decirme cuanto sepas relativo á las oposiciones.

Aguardo con ansia tu última publicacion, y espero pasar muy buenos ratos en Madrid leyendo ú oyendo leer alguna de tus cosillas. Por mi parte te daré a conocer el movimiento bibliográfico catalan, y además tendré el gusto de regalarte el último voluminoso tomo de nuestros decadentes Jochs Florals.-Nada me dices de Verdaguer, pero supongo que habrás saboreado á estas horas sus Idilis y Cants Mistichs.

Tuyo affmo. amigo

Antonio

 

Notas

[*] Ambos escriben en el mismo pliego.