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Datos del fragmento

Remitente MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario GUMERSINDO LAVERDE Fecha 29 octubre 1876 Lugar Lisboa

Texto

Volumen 2 - carta nº 97

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A GUMERSINDO LAVERDE

Lisboa, 29 octubre 1876

Mi carísimo am.º: Recibo su grata del 24 que me trae la noticia de estar acordada ya su permuta; y cumplidos por tanto sus deseos. Sea enhorabuena por ello, aunque siento que vaya á Santiago donde me será más difícil verle que en Valladolid.

Sigo sin levantar mano en estas Bibliotecas. La Nacional está ya casi explotada, y lo mismo la del antiguo convento de Jesús, hoy perteneciente á la Academia Real de Ciencias. Están apuntados muchos traductores además de los que indiqué á vd. en otra carta. La seccion portuguesa de mi Biblioteca será muy rica. Fáltame ver algunos mss. de la Biblioteca Nacional. En el archivo de la Torre do Tombo que he de registrar inmediatamente hay varios procesos interesantes de heterodoxos. Estos pueden ir mezclados con los castellanos, y el órden de los hechos y de las ideas así lo exige. Por ejemplo, despues de los Eramistas irá Damian de Goes, que viajó por Alemania y Países Bajos, oyó á Erasmo, Lutero y Melancton, adoptó buena parte de sus opiniones y fué procesado por el Santo Oficio. Representa el eramismo en Portugal y hace juego, con Alfonso de Valdés, aunque fué mucho ménos célebre é influyente que el secretario de Cárlos V. Del mismo tiempo y de las mismas ideas es un tal Pereira Marramaque, amigo de Sá de Miranda. El luteranismo no llegó á penetrar en Portugal. En el siglo XVII hay un calvinista Ferreira de Almeida que publicó en Holanda una traduccion de la Biblia. Viene perfectamente despues de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, á los cuales en todo se asemeja. Del siglo pasado no hay más protestante de cuenta que el caballero Oliveira, elegante y fecundo escritor, autor de una curiosa coleccion de cartas y de otros opúsculos. Pudiera ir antes de Blanco (White), abriendo la segunda serie de reformistas españoles. El Jansenismo tuvo en Portugal fogosos secuaces, entre ellos el oratoriano Antonio Pereira, autor de aquel famoso y cismático tratado sobre la potestad de los obispos . Se enlaza naturalmente con los janseni-regalistas nuestros. Enciclopedistas hay muchos, y merecen especial estudio: El Marqués de Pombal como secuaz, iniciador y fautor de tales ideas en Portugal. Él solo merece un capítulo y muy largo, entre el de los jansenistas , y el que dedicó á Olavide, Cabarrús y Urquijo, que tienen de comun con él el haber sido hombres de estado é influido oficialmente en sentido volteriano. José Anastasio da Cunha , escelente matemático y poeta, procesado por la Inquisicion á consecuencia de sus escritos impíos, especialmente las epístolas en verso intituladas Voz de la Razon . Su discípulo Abren , á quien tambien castigó el Santo-Oficio por afecto á las ideas de la Enciclopedia francesa. El poeta Bocage , autor de una epístola impía Pavorosa illusào da eternidade y por ella perseguido. Convirtióse en los últimos años de su vida, hizo muchos versos religiosos, y murió cristianamente. Filinto (Francisco Manoel) fugitivo del Santo-Oficio en Francia: tiene muchas poesías volterianas. El médico higienista Francisco de Mello Franco ; autor de un notable poema, imitacion de Pope , el reinado de la Estupidez , y de varias obras científicas: acusado de volterianismo y procesado como los anteriores por el Tribunal de la Fé. Todos estos pueden colocarse entre el capítulo relativo á la Tertulia de Quintana , y el de Marchena . Se parecen todos en haber sido literatos, aunque Anastasio da Cunha y Mello se distinguieron tambien como hombres de ciencia. Darán cinco capítulos, puesto que Abren debe ir en el de A. da Cunha. Otro impío digno de memoria, y algo posterior á estos, es el arcediano de Leiria y antiguo inquisidor Freire de Mello, autor de la Supersticion Desenmascarada : puede acompañar á Llorente, y aún ir en el mismo capítulo, dejando a Puigblanch para otro, que bien lo merece. De los protestantes de este siglo no conozco ninguno que merezca citarse al lado de Calderon, Usóz &. &. La influencia inglesa, sin embargo, ha conseguido extender aquí la reforma, y hoy hay en Lisboa cinco ó seis templos de diversas sectas protestantes. Por cierto que uno de ellos, dedicado al culto presbiteriano, está en una que fué iglesia católica y el gobierno vendió en pública subasta! Á pesar de tales exterioridades , el protestantismo (hoy sin fuerza ninguna para hacer prosélitos, por su division y decadencia) no arraiga aquí, como tampoco lo consigue en el resto de España, contribuyendo solo sus predicaciones á difundir lastimosamente el indiferentismo ó la duda entre los ignorantes.

De Luisa Sigea hasta ahora no parece nada. Verémos si en el archivo hay algun documento que diga relacion á ella. Lo que sí he leido en varios libros es que á la Academia de mujeres doctas que rodeaban á la princesa María pertenecieron, además de la Sigea y su hermana, Paula Vicente D.ª Leonor de Noronha, traductora de las Eneádas de Sabéllico, y alguna otra. Las noticias, aunque escasas, que de cada una de ellas se conservan pueden agruparse en la biografía de la sábia humanista toledana.

Envío á vd. una lista de los traductores castellanos y portugueses de Horacio á quienes doy cabida en mi ensayo , y otra de los poetas horacianos que recuerdo, para que vd. las adicione. No incluyo á los poetas hispano-latinos que han imitado á Horacio, por ser cuestion sumamente larga, y que debe reservarse para el Ensayo sobre los poetas hispano-latinos desde el Renacimiento acá, que haré si Dios me dá vida y fuerzas.

El estado actual de las letras portuguesas no es muy halagüeño, excepcion hecha de contados individuos. Tienen algunos poetas líricos, pero ninguno como Campoamor ó Nuñez de Arce. El teatro nacional no existe, porque Almeida Garrett no tuvo discípulos, y hoy por hoy la escena se alimenta de traducciones confesadas ó de plagios inconfesos: solo de tarde en tarde aparece alguna produccion de cierta originalidad y de mediano mérito. Fuera de Castello-Branco, no tienen novelistas y aun ese está muy léjos de ser el primero entre los de la península ibérica , como quiso persuadirnos Romero Ortiz que en esto como en otras cosas se mostró bien ayuno de sentido crítico. Herculano cuyo valer (grande sin duda) se ha exagerado notablemente, murió hace tiempo para las letras y los estudios de investigacion histórica. La erudicion literaria está representada especialmente por el infatigable Teófilo Braga. Tengo los 14 volúmenes publicados de su historia de la literatura portuguesa , eruditísima y en muchas cosas excelente, pero llena de errores graves é inspirada por un espíritu anti-católico y revolucionario de mil demonios. De todas suertes, es por la extension y el esmero uno de los grandes trabajos de historia literaria hechos en este siglo en España.

De filosofía no se hable. La gente levantisca y jóven considera, como la última palabra de la ciencia, las brutales doctrinas de Compte y Littré, Moleschott y Büchner. En cambio los sistemas alemanes apénas han penetrado. No se enseña la filosofía más que en los liceos ó institutos de 2.ª enseñanza; no hay una cátedra de Metafísica en regla, y apénas ha llegado aquí el renacimiento escolástico ; por lo ménos no he visto libro alguno en tal sentido. Hombres en lo demás doctos y juiciosos están llenas de preocupaciones respecto á la antigua filosofía, y solo así se explica el que tengan olvidados por completo á los comentadores de la escuela conimbricense y para nada tomen en cuenta el desarrollo del suarismo en Portugal, que fué tan notable. Los libros más recientes vienen llenos de declamaciones contra la filosofía de los jesuitas, como si estuviésemos aún á la altura del siglo XVIII.

Todas estas cosas se entienden con sus naturales excepciones. El aislamiento en que Portugal quiere vivir le perjudica notablemente bajo el aspecto científico como bajo el literario. Sus esfuerzos para apartarse de la corriente española, sólo sirven para esterilizar sus actividad propia, en otros tiempos tan grande y gloriosa.

Y ahora que he murmurado bastante, me despido de vd. hasta la primera. Su siempre apasionado

Marcelino

P. D. No deje de seguir indicándome las variantes en el plan de los heterodoxos.

D. Leopoldo no ha despachado todavía el prólogo de los Estudios Poéticos .

Traductores de Horacio, comentadores &. &. castellanos .

D. Diego de Mendoza-Fr. Luis de Leon-El Brocense-D. Juan de Almeida-D. Alonso de Espinosa-Francisco de Figueroa-Hernando de Herrera-Francisco de Medrano-Diego Giron-Francisco de Medina-Mateo Aleman-Baltasar de Alcázar-D. Juan de Arguijo-D. Juan de Jáuregui-Francisco de Rioja-Francisco Pacheco-Antonio Ortiz Melgarejo-Un anónimo-Juan de la Cueva-Otro anónimo-Luis Zapata-Vicente Espinel-D. Tomás Tamayo de Várgas-D. Sebastian de Covarrubias Horozco-D. Jaime Juan Falcó-El Doctor Villén de Biedma-Francisco de Cascáles-Pedro G. de Sepúlveda-Bartolomé Martínez-Juan de Aguilar-D. Diego P. de Leon y Guzmán-Anónimo-Juan de la Llama-Juan de Moráles-Luis Martin-Los dos Argensolas-Villégas-Cristóbal de Mesa-El Príncipe de Esquilache-Lope de Vega-Quevedo-Jerónimo de Pórras-Jorje Dantisco-Alonso Cano de Urreta-Soto de Rójas-Juan de Valdés Meléndez-Anónimo-Solís (D. Antonio)-P. Morell-P. V. Cámpos-Anónimo-Luzán-Montiano-Interián de Ayala-D. Nicolás Moratin-Cadalso-Huerta-Iriarte-D. Juan Infante y Urquidi-Pedro Bés y Labet-Francisco Cabrera-Fr. Fernando Lozano-Fornér-Horcasitas-Iglesias-Dos anónimos-Meléndez-Arjona-Moratin el hijo-Cienfuegos-Santibañez-Berguízas-Sánchez Barbero-Ezquerra-Mor de Fuentes-Ceris y Gelabert-Sálas Calderon-Pardo de Figueroa-Alcobero-D. Felipe Sobrado-Burgos-D. Dionisio Solís-Pérez de Camino-Govantes-D. Rafael J. Crespo-Hermosilla-Lista-Martínez de la Rosa-D. Juan Gualberto González-Sinibaldo de Más-Cabanyes-D. Graciliano Afonso-Bálmes-Pidal-Tassara-Raimundo Miguel-Campillo-Milá y Fontanals-D. Félix de Uzuriaga-Menéndez Pelayo. De estos 100 ó 101 traductores y comentadores, algunos no han llegado á mis manos, otros no existen, que se sepa, y ván citados por referencia agena. Incluyo á D. Diego de Mendoza, Arquijo, Quevedo é Iglesias, porque se les han atribuido con error traducciones agenas.

Portugueses. Antonio Ferreira-Andrés Falcon de Resende-Aquiles Estaço-Benito Pereira-Jorge Gómez de Álamo-D. Fructuoso de S. Juan-Gaspar Pinto Correa-Alejo de Sequeira-Juan Franco Barreto-Manuel Machado de Fonseca-P. Pedro Peixoto-Pedro de Veiga-Tomás Correa-Paulo Germano (P. Tomás de Aquino)- Cándido Lusitano (P. Francisco J. Freire)-Miguel do Couto Guerreiro-Rita Clara Freire de Andrade (ó sea Bartolomé Cordovil)-Jerónimo Soares Barbosa-Fonseca-Costa e Sá-Dias Gomes- Filinto-La Marquesa de Alorna-Ribeiro dos Sanctos-El P. Macedo-Antonio Diniz-Almeida Garrett-Evaristo Leoni-Pato Moniz-Garçao Stockler-Anónimos-D. Gastào de la Cámara-Dr. Lima Leitào-Antonio Luis Seabra-Cabral de Mello-Castilho-Francisco Manuel de Oliveira-Anastasio de Cunha-José Antonio da Matta-José Dias Pereira-Dantas Pereira de Andrade-Luis Vicente de Simoni-Soares Lisboa.

Aún ha de haber algun otro. De estos 45, fáltame ver algunos: otros citados por Barbosa é Inocencio da Silva no parecen. Ván sin órden, como están en mis apuntes.

Gallegos. Mosquera.

Catalanes. No conozco a ninguno.

Poetas horacianos dignos de especial recuerdo.

Castellanos.

El Marqués de Santillana-Garcilaso-Acuña-Fr. Luis de Leon-Francisco de la Torre-Figueroa-Herrera (en una ó dos odas solamente)-Medrano-Arguijo-Rioja-Fernandez de Andrada-Los Argensolas-Villégas-Gregorio Motillo-Juan de la Cueva-Tejada-Rey de Artieda-Juan de Morales-Esquilache-Lope de Vega, y Quevedo (pocas veces)-Cosme Gómez Tejada de los Reyes-D. Francisco M. e de Melo-Jáuregui, y algun otro del siglo XVII-Cadalso-Fr. Diego González-D. Nicolás Moratin-Fornér-Montengón-Meléndez-Moratin el hijo-Arjona-Reinoso-Blanco-Lista y otros de la escuela sevillana-Jove-Llános-Solís-Pérez de Camino-Búrgos-Somoza-Cabanyes y otros del siglo pasado y comienzos de este.

Portugueses.

Sá de Miranda-Ferreira-Camoens-Fernan Alvarez de Oriente-Diego Bernardes-Rodrigues Lobo-Pero de Andrade Caminha-Manuel de Veiga-Correa Garçào-Francisco Manoel (Filinto Elysio)-Ribeiro dos Sanctos-Fr. José do Coraçao de Jesús-Bocage (algunas veces)-Garçà Stockler-Jorjó-B.L. Vianna-J. B. de Andrada-Borges de Barros-Domingo M. Torres-Costa e Silva-Pato Moniz y otros.

 

Laverde, G.-Menéndez Pelayo, p. 541-549.

Notas