Volumen 2 - carta nº 57
De GUMERSINDO LAVERDE
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
Otero de Rey, 17 agosto 1876
Mi muy querido amigo: El lunes regresé de la Coruña, desde donde escribí á V. encargándole que me dirigiera la contestacion á esta, hace cosa de diez dias. Esperaba hallarla aquí á mi vuelta; pero, no solo no la hallé, sino que ni ayer ni anteayer tuve el gusto de recibirla. Esto, unido á la circunstancia de venir el último n.º de la Revista europea con cuatro hojas menos, que me figuro serían las destinadas á la 4.ª epístola de V. y que dejaron de llenarse por no haber devuelto V. á tiempo las pruebas corregidas, me alarma y me hace ansiar mas y mas noticias de V. y de su salud.
Algunos que en la Coruña leyeron sus epístolas, alababan su erudicion; pero añadian: «¡esos neos siempre mordaces!» ¿Que diran cuando lean la salmeronica ?
En esta suprimí la palabra gazapo , por parecerme sobrado familiar. En el mismo caso estan algunas otras, como depósitos, caletre, tragaderas, &. que dejé intactas y creo debe V. variar.
Donde se dice que tuvimos muchas damas entendidas en griego y latín , estaría mejor decir letras griegas y latinas , y convendría poner los nombres de las mas famosas.
Me parece que no se fijó V. bastante en el alcance que para Salmeron tiene la palabra clasico-naturalista , con la cual parece referirse á aquellos renacientes que paganizaron en Religion, de los cuales, en efecto, estuvimos libres, á Dios gracias. Sobre este punto debería dársele la razon en honor de España.
Tambien podría añadir V. algo sobre la falta de enlace y consecuencia de nuestra ciencia con el proceso general de la cultura europea.
Donde V. habla de los que se construyen la ciencia por si mismos , podría añadirse por vía de paréntesis:
«( masturbacion de la inteligencia llama á esto el Dr. Mata en su Tratado de la Razon Humana ).
Me parece una expresion oportuna, significativa y pintoresca. Lo que pueda tener de poco limpia vá á cargo del Dr. Mata.
De V. apasionado amigo.
Gumersindo Laverde
Haga V. el favor de mandarme copia de unas estrofas de la oda de Cadahalso á Melendez, en las que hay este verso:
«Y en dulcísimos versos le decía»
son para aplicarselas á V. en la carta-prólogo.
Laverde, G.-Menéndez Pelayo, p. 478-480.