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Epistolario > Volumen 2 (Abril 1876 -... > Vol. 2 - carta 5

Datos del fragmento

Remitente ANTONIO RUBIÓ Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha abril 1876-Viernes Santo

Texto

Volumen 2 - carta nº 5

De ANTONIO RUBIÓ
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

[14] abril 1876-Viernes Santo

Queridísimo Marcelino; algo mas puntualmente merecia ser contestada tu apreciabilísima carta del pasado Febrero. La pereza con su halagador cras, cras, arrullando mis oidos, y los estudios por otra parte ocupándome los otros sentidos no auriculares, han hecho qué dilatara mas de lo qué yo quisiera lo qué desde mucho tiempo há, tenia proyectado in mente. Con la llegada de las actuales vacaciones, cesan todos los motivos que hubieran podido demorar la confección de la presente; por lo qué paso á escribirte, sin mas preámbulos ni dilaciones.

Te doy ante todo las más espresivas gracias por haberme remitido tu preciosa poesia a Cabanyes; la composición merece toda clase de parabienes. Hay en ella magnificos pensamientos; sobre todo el de aquella estrofa,

¡Dulce Cabanyes! En modesta tumba etc. etc.
Sobre ella vela el númen de la lira.
El de la gloria duerme… es magnífico.

A cuantos he leido esta composición, les ha gustado sobremanera, y les ha admirado la valentia y sonoridad de sus versos. Celebro mucho qué la publiques entre tus poesias, pues será un medio poderoso para dar á conocer entre tus paisanos al inmortal Cabanyes. Cuanto te dijera por la amabilidad qué has tenido al remitirme la indicada poesia, tomándote el trabajo de copiarla para mandármela, es poco; solo te diré qué agradezco lo mucho qué vale esta fina distincion de la amistad con qué me honras.

Estoy aguardando con ansiedad, tus Estudios críticos sobre escritores montañeses , obra qué á estas horas debe estar ya impresa, y qué cuento tendré pronto la satisfacción de leerla ó mejor dicho de devorarla. Como no puedo pagarte con la misma moneda, solo puedo cubrir en partes con millones de gracias, la deuda qué contigo contraigo. El plan qué te propones en tu obra es muy vasto, por lo qué promete esta ser muy curiosa, (sobre todo el tomo perteneciente á Trueba y Cosio autor se puede decir desconocido). No he visto en ningun periódico anunciada la publicación de tus traductores, lo cual me indica qué aun á estas horas debes estar trabajando en ellos; como en Madrid me dijiste qué ibas á parirla, creía qué ya estaria actualmente viable ó por lo menos en el último periodo de su gestacion.

Grés estuvo hace pocos dias á verme, y le leí tu carta y poesia, aunque de esta (dicho sea de paso) creo no se formaria una idea cabal, en primer lugar porqué no conocia al autor objeto de la misma, y en segundo id. porqué dicho señor es mas aficionado á la prosa qué á los versos. Me dijo qué tambien habia recibido una epístola tuya, en la qué le evacuabas satisfactoriamente, una consulta qué te dirijió sobre su trabajo Filon de Alejandria. Como profano en la materia, me enteró de su consulta, y me dijo qué quizás en vista de su carta, se animaria á traducir el susodicho Filon. El pobre chico está algo delicado, de lo contrario mucho más le deberian las letras clásicas, pues su laboriosidad es infatigable.

Aquí suspendo por hoy la presente; el sueño cierra involuntariamente mis párpados; el sueño qué como dice el buen Ovidio

Somne, quies rerum, placidisime somne deorum!
Pax animi, quem cura fugit, qui corpora duris
Fessa ministeriis mulces, reparasque laboris.

Hasta mañana, pues, qué bien necesita mi cuerpo fatigado por las emociones del dia, todos estos beneficios del sueño.

Sabado santo.

Reanudo la comenzada epístola.-Hoy he recibido una de mi tio Manuel, á quien tu conociste en Madrid (hombre original) en la qué me encarga te felicite cordialmente de su parte por el honroso destino qué tus méritos te han proporcionado.

Pasando ahora á otro asunto, qué en mi última carta me dejé en el tintero, te hablaré á vuela pluma de las oposiciones. Como á esas horas debes ya saber, las ganó un catedrático gallego, llamado Pedrayo, tipo algo petulante, aunqué de muy buenas ideas y mucho conocimiento de su asignatura. El segundo propuesto en terna, fué un tal Sancho Gil, qué á una erudicion poco comun sobre todo respecto Historia árabe, une una prodigiosa facilidad en hablar; es si cabe mas pedantesco y presuntuoso qué el anterior, lo cual unido á la falta de método qué en su programa se advertia y á otras circunstancias mas graves, le habia hecho antipático á todos los jueces del tribunal menos al celebre Amador de los Rios. Dios los cria y ellos se juntan. Gracias á este, y á las muchas relaciones qué este tal Sancho tiene en Madrid y provincias, y sobre todo á las muchas intrigas de qué segun tengo entendido echó mano para conseguir su fin logró qué el ministro le pusiera en primer lugar, y hubiera alcanzado la cátedra, á no haber tomado los diputados gallegos como cosa de honra para la provincia, la elección de un catedrático del pais para la Universidad central, y uniéndose todos reclamaron con energia qué se repusiese á Pedrayo en el lugar que el tribunal le designara como así se ha realizado al fin. Amador debe estar furioso. El qué más me maravilló por su erudicion, fue tu competidor de oposiciones al Doctorado: lástima qué haya adoptado y siga con tanto fervor el krausismo; fué colocado en tercer lugar. El dia que hablaba tu antiguo contrincante era cosa de reventarse de risa; las palabras no las pronunciaba sinó qué las vomitaba; además tenia la gracia de que todo lo tomaba á broma, por formal qué fuera el asunto. El Sr. Amador tuvo qué llamar á él y al público al orden varias veces. Mucho mas te hablaria sobre este particular, pero me ocuparia demasiado espacio y tiempo, y faltándome estos dos poderosos auxiliares, hoy qué todo se resuelve en el tiempo y en el espacio, no podria terminar este indigesto protocolo.

Me pides qué te diga algo sobre el movimiento literario de esta ciudad; en lo qué pueda voy á enterarte de él. Forma parte aunqué pequeña del mismo, la publicacion de una memoria sobre la Vida y escritos de Roca y Cornet, escrita por mi padre, qué supongo habrás recibido á estas horas. Pero la publicación más importante y de la qué sin duda debes tener noticia, es la de la Historia crítica civil y eclesiástica de Cataluña por D. Antonio de Bofarull, obra esperada desde hace muchos años y qué al fin una casa editorial aquí muy conocida está dando á luz, en una edicion de gran tamaño y gran lujo con muy buenas láminas y superior papel. Van ya publicadas mas de 14 entregas y gran parte del prólogo, y creo que el coste total de la susodicha historia subirá á unos 20 duros. Algo es. Segun me dijo ayer el pobre D. Cayetano Vidal, cuenta esta publicacion con unos 1.800 suscritores en Barcelona solo. Como papá es uno de ellos, me proporciona esto el poder leer la obra, sobre la cual con lo poco qué he leido, puedo darte mi pobre parecer qué creo no disiente del de los demás suscritores. El Sr. Bofarull hará un gran servicio á la historia catalana, dilucidando con su profunda erudicion sobre esta materia, muchos puntos difíciles y oscuros; de manera qué la obra aunqué creo no estará exenta de parcialidad pues es su autor un catalanista furibundo, será preciosa y de gran valor como obra de consulta. Y digo bien de consulta: está tan pesimamente escrita y en un estilo tan pesado, qué solo para consultarla puede abrirla el lector, y el qué la lea de cabo á rabo ha de ser un heroe superior al heroe qué devore el Heroe de Gracian. Bajo este punto de vista decíame el Sr. Vidal qué la obra de Bofarull le vá á desprestigiar completamente: y eso qué como escritor catalan vale: dígalo sinó la Orfaneta.

De los juegos florales te hablaré cuando hayan tenido lugar; este año hay buen consistorio pero la cosa decae.

El P. Fita de cuya erudicion tendrás noticia, y á quien el Sr. Guerra venera como uno de los mejores talentos de España, ha publicado en la Revista histórico-latina algunos artículos sobre las murallas antiguas de Barcelona, qué no ha tenido ocasión de leer. Dicho jesuita, con una asiduidad infatigable descubriendo y descifrando cada día lápidas, vá á dotar á Barcelona de una magnífico Museo; el local es lo único qué falta, pues materiales hay muchos. Es prodigioso el número de lápidas hebreas y latinas que se han descubierto; las primeras en Monjuich, y las segundas en las escavaciones qué se han hecho con motivo del derribo de la Enseñanza convento de monjas qué daba cerca la calle de Fernando y cuya iglesia has visitado mas de una vez. Se han descubierto además muchas columnas, estatuas (pertenecientes sin duda á un templo qué no recuerdo á quien estaba dedicado) y los cimientos de las antiguas murallas romana y árabe qué por allí pasaban.

Cuando me contestes, haz el favor de decirme todos los requisitos qué se necesitan para hacer oposiciones á la Licenciatura, cuántos puntos se sacan á la suerte, cuanto dura el acto, si son orales ó escritas, si se permite consultar libros etc. etc. Un compañero mio, qué se está preparando para ellas, me suplicó le enterase y para ello no dudo en acudir á tí qué las conoces por esperiencia propia.

Con Garriga, hemos traducido este año algunos fragmentos de Esquilo, Sófocles y Eurípides, la mayor parte del canto XXIV de la Iliada, la Homilia de S. Crisóstomo á Eutropo traducida tambien por Cabanyes, y muchos fragmentos de Stos. P.P.; todos los qué están en la Crestomatia de Bergnes; pero con gran sentimiento mio no se ha visto la oda de Sinesio á su lira, qué tan admirablemente tradujiste, y cuya publicacion deseo, para adquirirla cuanto antes.

Nada mas por hoy, qué el temps passa y la Joana balla , como decimos en catalan; dispensa la molestia que te pueda causar la presente colosal epístola qué ensarto. Ya qué te has de marchar pronto y qué una vez en el estrangero no podria escribir todo lo qué yo deseara, por tus muchas ocupaciones, procura no ser perezoso en contestarme.

Te devuelven tus saludos todos tus antiguos compañeros; ofrece mis respetos á tus papás y con afectuosos recuerdos de papá y mamá para ti, recibe el cariño de tu amigo.

Antonio

 

Notas