Buscar: en esta colección | en esta obra
Epistolario > Volumen 1 (Junio 1868 -... > Vol. 1 - carta 96

Datos del fragmento

Remitente JUAN DE PELAYO Destinatario MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Fecha 24 abril 1874 Lugar Santander

Texto

Volumen 1 - carta nº 96

De JUAN DE PELAYO
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Santander, 24 abril 1874

Querido Marcelinito: Por las dos targetas de Dn. José Ramon, que nos han hecho reir no poco, he sabido con todo el placer que tu puedes figurarte el verdadero triunfo que has alcanzado en el concurso de la Ilustracion. La cédula postal del 22 anuncia que los artículos te han valido cuarenta duros... A tu edad nunca los habia podido ver yo justos en mi gaveta estudiantil, que solía serlo el ángulo ó rincon derecho de mi desgavilado baul. Mil plácemes por ello, y muchos días como este para la que te llama insensato y está cada vez mas orgullosa de ser tu mamá, asi como para tu papá y tu tio que sabes la parte que toman en tus satisfacciones y en tus glorias.

Recibe ademas lo que el vulgo y el que no es vulgo llama los días , pues cuando esta llegue a tus manos será el de tu Santo, y celebra esta solemnidad al par que tu reciente ingreso en el gremio de los Capitalistas poniendote un pantalon que no tenga zurcidos ni rodilleras, que no faltará alguno que se halle intacto por los desvelos de Jose Ramon arreglandote con mas primor que de costumbre la endiablada corbata de mecanismo, que tantas querellas nos ha costado á entrambos de parte de tu papa, y estrellándote contra el Teatro que mas te agrade, que tal dia es un dia obligado de Coliseo ó yo no entiendo una palabra en materia de días solemnes.

No me atrevo á aumentar la solemnidad remitiendote un plus para el gaudeamus (Sonoro endecasílabo por cierto) ¿porque como ofrecer un óbolo á quien es posesor de tantos ases? En el verano cuando hayas rematado ya hasta el ultimo céntimo de esa suma en la compra de libros, ya será otra cosa. Entonces una humilde moneda de 5 duros, como la que encontro y botó al agua aquel dichoso montañes que llegó á la Habana en la seguridad de que allí el oro se hallaba á puntapiés por todas partes, podrá hacerte mas avio que en las actuales circunstancias, en que la Fortuna ó mejor dicho la Ilustracion ha llenado el saco de tus deseos.

Mil afectos á José Ramon, á quien dirás que cumplí sus prescripciones dando á tu papá la mas tónica comida que pude proporcionarle para contrarestar los efectos de la emocion que le produjo su primera targeta postal, y sirva esta epístola, que aquí termino, para probarte que aun en medio de los ayes del moribundo herido y de los lamentos de mil nenes variolosos (que intra et extra del Hospital es esta época, época de prueba para los médicos), nunca se olvida de tí tu Tio que de veras te quiere.

Juan

 

Notas