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Epistolario > Volumen 1 (Junio 1868 -... > Vol. 1 - carta 79

Datos del fragmento

Remitente MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario ANTONIO RUBIÓ Fecha 8 enero 1874 Lugar Madrid

Texto

Volumen 1 - carta nº 79

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A ANTONIO RUBIÓ

Madrid, 8 enero 1874

Mi queridísimo amigo: Voy á explicarte por que hasta ahora no has recibido contestación á tus dos últimas cartas. No me condenes antes de oirme. El 19 del mes pasado salí de esta para Santander, con objeto de pasar allí las vacaciones de Navidad. Pasé en efecto tres semanas, las mejores que imaginarte puedes y á mi vuelta encontré dos cariñosas epístolas tuyas fechada la una á principios del último mes del año que acabamos de enterrar y la otra el día primero del presente. Excuso referirte el contentamiento que me causó este hallazgo. Gracias á los amigos de Ros y á los tuyos llegó la primera con harto retraso á esta descoronada villa. No es pues mi pereza, grande en verdad, aunque no en el grado heróico que tu presumes la causa de no haberte contestado hasta el presente.

Desde ahora pues te suplico que me escribas á menudo y te prometo larga y pronta contestación á todas las epístolas que tengas la bondad de dirigirme. Estáte persuadido de que a pesar del tiempo y la distancia, jamás se entibiará ni menoscabará en lo más mínimo la cordial amistad que nos ha unido estos dos años. Sabes que te quiero como hermano. Lo único que echo de menos en esta población, donde por lo demás me encuentro muy bien, son los ratos que pasaba en tu casa. Eternamente viviré agradecido á tí, á tus padres y á tus hermanos; jamás podré pagaros lo mucho que os debo.

En esta universidad están Orfila y Liria, el último me entregó el otro día una carta de Fornes, á la cual contestare en seguida. En ella hace referencia á otra que me escribió á Santander y que no he recibido. Tampoco he recibido ninguna de las dos cartas que dice Grés haberme escrito. Sin duda se han extraviado en el camino. Dale las señas de esta tu casa y dile que me escriba.

Volviendo á mi estancia en Santander, te diré que durante ella he traducido en tercetos intermitentes la elegía 1.ª del libro 1.º de Tibulo «Divitias alius fulvo sibi congerat auro». Si tengo ocasión, te la remitiré dentro de alguna carta. Acaso me anime á traducir las demás elegías del mismo poeta, como tenga tiempo y oportunidad para ello.

Al mismo tiempo he continuado mis trabajos bibliográficos y estos días he estendido los artículos de Pedro Mexía y del Maestro Fernán Perez de Oliva, que han de formar parte de mi «Ensayo de una biblioteca de traductores españoles con adiciones y enmiendas á la de D. Juan Antonio Pellicer y Saforcada» obra que tengo muy adelantada y para la cual he recogido muchos datos. Como puedes suponer, estos son trabajos de mera curiosidad y sin más méritos que el de la paciencia, que, á Dios gracias, no me falta.

Me han gustado mucho los fragmentos, que me has enviado, de tu composición á Dña. María de las Nieves. Sólo me desplace el asunto, ya sabes que la referida señora no es santo de mi mayor devoción.

Dispensa los infinitos defectos de esta carta, escrita al correr de la pluma y recibe el afecto de este tu verdadero amigo que desea verte y te quiere de corazón:

Marcefino M. y P.
Sustine et abstine

No te escribo más largo porque tengo mucho sueño y anoche no dormí nada en el tren.

 

RUBIÓ, A.: Educadores de Menéndez Pelayo, p. 2 (nota) (fragmento).

Notas