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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > I : (ABENATAR–CORTÉS) > CASCALES, FRANCISCO DE

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Texto

[p. 313]

Este insigne humanista, uno de los más notables del siglo XVII, nació en Murcia, y fué catedrático de Gramática y de Retórica [p. 314] en su ciudad natal. Joven aún pasó de Murcia a Cartagena, por «no vivir en su patria pobre entre ricos, mal conocido entre caballeros, olvidado entre deudos, y extrangero en su tierra». En Cartagena dió a luz un discurso histórico sobre antigüedades de esta ciudad. En 1616 publicó en Murcia las Tablas Poéticas; en el frontis se titula licenciado. D. José de Pellicer y Tobar censuró con acritud algunos lugares de las Tablas en el libro que dió a la estampa con el título de El Fénix y su Historia Natural. Lo que irritó gravemente a Cascales y le dió motivo para escribir una vehementísima invectiva, que es la epístola quinta de la segunda década de las Cartas Filológicas. Con mayor modestia procedió el maestro Pedro González de Sepúlveda, catedrático de Retórica en Alcalá de Henares en los sólidos y juiciosos reparos, que envió a Cascales, en una carta que este puso entre las Filológicas. A ella contestó nuestro autor en la carta siguiente. Cascales, como Pedro de Valencia y otros varones eminentes de su tiempo, fué de los primeros en dar el grito de alarma contra las innovaciones de Góngora, y a nuestro humanista pertenece aquella célebre y felicísima expresión de que «el príncipe de la luz se había convertido en príncipe de las tinieblas». Con tal motivo escribió la carta octava de la primera década, enderezada al licenciado Luis Tribaldos de Toledo. A ella contestó D. Francisco del Villar, grande admirador del poeta cordobés, y persona no ayuna de erudición literaria. Victoriosamente replicó Cascales, defendiendo los fueros del buen gusto, en la epístola décima de la misma década. Un discípulo de Góngora, D. Martín de Angulo y Pulgar, salió a la defensa de su ídolo, publicando en Granada unas Epístolas satisfactorias a las objecciones que opuso a los poemas de D. Luis de Góngora el Licdo. Francisco de Cascales, catedrático de Retórica de la Santa Iglesia de Cartagena. En 1631 dió a luz Cascales los Discursos históricos de la muy noble y muy leal ciudad de Murcia y su reino; y en 1634 publicó en la misma ciudad sus Cartas Philológicas, divididas en tres décadas. Cerró sus trabajos dando a la estampa en Valencia (1639) sus comentarios al arte poética de Horacio, acompañados de observaciones gramaticales. Parece que compuso un poema destinado a celebrar las hazañas del Cid Campeador. En la tabla primera de la poesía in specie pone, como muestra, cuatro octavas. La primera dice así:

[p. 315] Canto las armas y el invicto hispano,
Que por envidia desterrado vino
De los campos de Arlanza castellano
A los que baña el Turia Valentino,
Y quanto hizo con industria y mano
Contra el furor del pueblo sarracino,
Hasta que dió al destierro suma gloria,
Fin a la envidia, ley a la victoria.

Fué Cascales amigo de D. Diego Saavedra Fajardo, de Cristóbal de Mesa, de Bartolomé Jiménez Patón, de Juan de Aguilar y otros Varones ilustres de su tiempo. Estuvo también en relaciones con D. Esteban M. de Villegas y con Lope de Vega, que le dedica el siguiente elogio en el Laurel de Apolo:

Ya por los altos montes, que mirando
Están las claras aguas de Segura,
Que la ciudad leal de Murcia baña,
Y de Guadalatin, que despertando
Del sueño, que le lleva en limpha pura,
Se espanta de mirarse mar de España.
La voladora Fama desengaña
A los ingenios de mayor decoro
En el verso y la historia,
Que pretende Cascales
Con justa presunción las hojas de oro,
Haciendo memorial de su memoria,
Sin los estudios a su nombre iguales
En tantas facultades generales,
El arte de escribir versos, que arguye,
Que quien perfectamente constituye
Cómo ha de ser el célebre poeta,
El mismo será el arte más perfeta.

Sus obras son:

Discurso de la ciudad de Cartagena, dirigido a la misma, y compuesto por Francisco Cascales.

Urbs Carhago fuit, jactans se divite Paeno:
Hac nova nostra fuit, stat quoque; at illa jacet.

Valencia, 1598, por Juan Crisóstomo Garriz. 8.º Comienza con una epístola nuncupatoria a la ciudad de Cartagena. Soneto de don Nicolás Bienvegud a la ciudad de Cartagena y al autor. Epigramma del capitán Juan de Sepúlveda. Texto. Soneto de Salvador de Leon Castañón. Soneto acróstico de D. Carlos Boyl.

[p. 316] Da este discurso curiosas, aunque breves, noticias sobre antigüedades de Cartagena. Al insertarle aumentado en los Discursos históricos sobre la ciudad de Murcia y su reino, hubo de afearle con noticias sacadas de los falsos cronicones de Dextro, Marco Máximo y Luitprando.

Discursos históricos de la muy noble y muy leal ciudad de Murcia y su reino. Murcia, 1621, folio. Lleva al principio una carta del autor, enderezada a D. Juan Fajardo de Guevara. Los discursos son veinte: los dieciséis primeros comprenden la parte histórica; el diecisiete, trata de la nobleza y de sus prerrogativas; el dieciocho, de las armas de Murcia; el diecinueve, de las nobles familias murcianas, por orden alfabético; el veinte y último, de la ciudad de Cartagena y de sus nobles familias. La historia de Murcia de Cascales y la de Segovia de Colmenares están generalmente consideradas como las mejores historias de ciudades que posee nuestra literatura. Aféalas sólo en la parte antigua el haber tomado algunas noticias de los falsos cronicones, forjados en la ominosa testa del P. Román de la Higuera. Esta falta es poco notable en Cascales, que pasa rápidamente por todos los sucesos anteriores a la Reconquista.

Reimprimióse esta obra en Murcia, por Francisco Benedicto, en 1775, fol., con un prólogo del impresor y considerables adiciones. Por mandato del Consejo se pusieron notas en todos los lugares en que el autor citaba los cronicones falsos o se apoyaba en su testimonio. Actualmente reimprime un editor murciano la obra de Cascales, junto con la Historia de Lorca, del P. Morote, y la Cartagena de España ilustrada, de Fr. Leandro Soler.

Epístola Horatii Flacci, de arte poética in methodum redacta, versibus Horatianis stantibus, ex diversis tamen locis ad diversa loca translatis. Auctores Francisco Cascalio, primario in urbe Murciæ humanioris litteraturæ proffessore. Valencia, por Silvestre Esparza, 1639, 8.º Dedicatoria a D. Joseph de Alagon y Prieto, a quien llama su nobilísimo Mecenas. Prólogo.

Increíble parecería, a no verlo, que haya cabido en la mente de un hombre de tanta erudición como entendimiento la extravagante idea de trastornar de pies a cabeza la epístola de Horacio a los Pisones, para convertirla en «una arte poética escrita con método». Parecíale a Cascales que era la epístola ad Pisones [p. 317] un verdadero caos, rudis indigestaque moles. Y, como le había descaminado el título absurdo de Arte Poética, dado por los Gramáticos, se empeño en que fuera un tratado didáctico lo que quiso su autor que fuera una epístola familiar, con sus ribetes de sátira. Para esto comenzó por el Ergo furgar vice cotis, esto es, por un verso mutilado y arrancado sacrílegamente de su lugar, dejando suelto en otro lugar el nîl tanti est que le completa. Y de esta manera prosiguió trastrocando versos y hasta hemistiquios y separando lo que inviolablemente debía estar unido, todo para que resultara una especie de compendio de la poética de Aristóteles, dividida, «como ella, en las cuatro partes de fábula, costumbres, sentencia y dicción, y recogiendo ad calcem operis los preceptos relativos, no al arte, sino a los poetas». Ilustró su trabajo con una paráfrasis clara, copiosa y elegante. Al fin puso XXII observaciones gramaticales, combatiendo en algunas de ellas principios de Nebrija y del Brocense.

Traducciones

Tablas | poéticas, | del Licenciado | Francisco Cascales. | Dirigidas al Excelentíssimo Señor D. Francisco | de Castro, Conde de Castro, Duque de Taurisano, | Virrey y Capitán general del | Reyno de Sicilia.| Ut ex columba pax (una paloma, en un ramo, y una corona sobre la cabeza) ita ex arte perfectio. | Con privilegio. | En Murcia, por Luis Berós. Año de | 1617, 8.º, 240 h. sig. S-SS A-Ee. Portada, vuelta en blanco. Suma del privilegio. Erratas. Tassa. Aprobación del P. Juan Luis de la Cerda. Dedicatoria. Soneto del autor a sus Mecenas. Prólogo. Canción del Licdo. Cristóbal de Mesa. Epigrama latino de D. Diego Saavedra Fajardo. Sonetos del Licdo. Bartholomé Ferrer y del canónigo D. Francisco de Faria (traductor del Robo de Proserpina, de Claudiano). Tabla. Un grabado en madera. Hoj. en blanco. Texto.

Tablas Poéticas del Licdo. Francisco Cascales. Añádese en esta segunda impresión: Epístola Q. Horatii Flacci de arte poética, in methodum redacta, versibus horatianis stantibus, ex diversis tamen locis ad diversa loca translatis. Item: Novæ in Grammaticam observationes. Item: Discurso de la ciudad de Cartagena. Con licencia. En Madrid. Por D. Antonio de Sancha. Año de 1779.

[p. 318] Fué el designio de Cascales en sus Tablas explicar en nuestra lengua los preceptos del Arte Poética que encierra Horacio en su admirable Epistola ad Pisones. Para esto divide su obra en diez tablas, las cinco primeras tratan de la poesía in genere; las otras cinco, de la poesía in specie. Está escrita en forma de diálogo entre Castalio (Cascales) y Pierio (un aficionado a la poesía). Si fuera este lugar oportuno para ello, ocasión sería de analizar la doctrina crítica de estas Tablas, comparándolas con otros libros del mismo género, dados a luz por aquellos tiempos, como la Philosopía antigua poética, del Pinciano; la Poética, de Miguel Sánchez de Lima, y el Exemplar poético, de Juan de la Cueva Cascales, crítico de la escuela preceptista, bebió los fundamentos de su doctrina en las Poéticas, de Aristóteles y de Horacio, en la de Scalígero, en los trabajos de Minturno y Robortelo, y en las obras de otros escritores italianos, hoy olvidados, pero que en su tiempo tuvieron grande y merecida fama. Son muy curiosas las Tablas tercera, cuarta y quinta. En las dos primeras censura agriamente el teatro de su época. Dice, hablando de las unidades dramáticas: «Esta ley la vemos observada en los Latinos y Griegos, así cómicos como trágicos: de tal manera, que quien más larga acción ha tomado, ha sido de dos días. Siendo esto así, ¿no os reís de nuestras comedias, que entre otras me acuerdo haber oído una de S. Amaro, que hizo un viaje al Paraíso, donde estuvo doscientos años, y después que volvió al cabo de dos siglos, hallaba otros lugares, otras gentes, trajes y costumbres? ¿Qué mayor disparate que éste? Otros hay que hacen una comedia de una crónica entera. Yo la he visto de la pérdida de España, y de la restauración de ella.» (Tablas poéticas, edición de Sancha, página 175.) Cascales, sin embargo, no incluye en su censura a Lope de Vega, a quien aplaudía y admiraba, como se deduce de la carta tercera de la segunda década de las filológicas, «en defensa de las comedias y representación de ellas», enderezada al Apolo de España Lope de Vega Carpio, en la cual le tributa extremados elogios. La tabla quinta de la segunda serie es notable por los muchos trozos de poetas de Murcia y Cartagena (casi desconocidos en su mayor parte) que transcribe nuestro Cascales. En la pág. 5 dice, hablando de la Epístola ad Pisones: «Y para principio de ello os aviso que esta propia poética de Horacio la tengo [p. 319] traducida en castellano, y viene a cuento respecto de ser lo que tratamos en nuestra materna lengua. Pierio: Y no sólo por eso, sino por haber en España muchos ignorantes de la latinidad, que si en ella lo tratáredes quedaran privados de tan gran bien. Castalio: Soy contento de lo hacer así, alegando de Horacio, cuando se ofreciere, los versos de mi traducción.» Cita, en efecto, muchos pasajes de su versión, hecha con fidelidad y elegancia. Lástima es que no se hayan impreso más que los fragmentos citados en las Tablas Poéticas, que corresponden poco más o menos a unos 150 hexámetros del original latino. Como muestra citaremos el trozo siguiente:

Podrás también hacer nuevos vocablos,
Con que argentar el ordinario estilo,
Podrás discreta y muy escasamente,
Si se ofreciere acaso alguna cosa
Oculta, de las viejas, renovarla:
Modesta libertad se da que pueda
Fingir palabras en su coyuntura,
De los ceñidos Cétegos no oídas,
Y serán admitidas y aprobadas,
Si de la fuente de los griegos nacen,
En nuestro idioma poco variadas.
¿Por qué el romano dió licencia en esto
A Cecilio y a Plauto, se la niega
A Virgilio y a Vario, y si yo quiero
Algo innovar, conmigo se escrupula,
Habiendo enriquecido Catón y Ennio
Con su lengua el lenguaje de su patria,
Y dado nuevos nombres a las cosas?
Lícito fué y será lícito siempre
El forjar y decir nuevos vocablos,
Con las armas del uso señalados.

No deja de ser curiosa la interpretación que da a algunos lugares de Horacio. Hablando de aquel pasaje:

Mediocribus esse poetis
Non Dî, non homines, non concessere columnæ.

añade: «Y este verso último no le han entendido los intérpretes Aeron, Porfirio, Lambino, Sánchez Brocense ni Sambuco, ni los demás que yo he visto, y quiere decir que ni los Dioses, esto es, ni los poetas líricos que celebran a los Dioses, ni los hombres, [p. 320] esto es, ni los poetas heroicos, que celebran a los hombres ilustres, ni las columnas, esto es, ni los poetas cómicos y trágicos, que representan sus obras en los teatros sostenidos por columnas, les permiten que sean medianos, que es tanto como decir que en todo género de poesía han de ser los poetas excelentes, o no escribir». Patente está el desacierto de tal interpretación.

Cartas | Philológicas. | Es a saber, de letras humanas, | varia erudición, Explicaciones de lugares, Lecciones | curiosas, Documentos poéticos, Observaciones, | ritos i costumbres i muchas sentencias | exquisitas. | Auctor el Licenciado Francisco Cascales. (Escudo de armas.) Con privilegio. | En Murcia, por Luis Verós. En este presente año de 1634. 4.º, 6 hs. prls. y 156 de texto. Portada, vuelta en blanco. Suma del privilegio. Erratas. Tassa. Dedicatoria a don Juan Delgadillo Calderón. Prólogo al lector. Tabla. Texto.

Cartas Philológicas, etc., etc. Héctor el licenciado Francisco Cascales. Segunda Impression. Con licencia. En Madrid, por don Antonio de Sancha. Año de 1779. Hace juego con las Tablas Poéticas.

Biblioteca de AA. Españoles. Tomo LXII. Epistolario Español, tomo II, colección formada e ilustrada por D. Eugenio de Ochoa. Madrid, Rivadeneyra, editor, 1870. En este tomo se han reimpreso las Cartas Philológicas.

Al emplear la voz «philológicas» poco usada hasta entonces en nuestra lengua, juzgó conveniente Cascales añadir la explicación, que, al copiar la portada, hemos transcrito. De ella se deduce que el profesor murciano no daba a la palabra «Filología» el significado moderno de «Lingüística», sino el de «varia erudición», sentido en que la tomaron siempre los humanistas del Renacimiento. Y, en efecto, los asuntos tratados en estas cartas no pueden ser más varios. Encuéntranse epístolas sobre la «púrpura», «los gusanos de seda» y «las piedras preciosas» al lado de controversias literarias sobre el estilo de Góngora, defensas de las Tablas Poéticas, y críticas del Fénix, de Pellicer, y otros libros de su tiempo. Al lado de una «instrucción a las doncellas que han de ser casadas» hay una carta «acerca de las viñas y bodegas»; en pos de una epístola «sobre las ceremonias del casamiento gentílico» viene otra «sobre el uso de los coches»; después de una invectiva «contra los bermejos» hay una «defensa de ciertos lugares de [p. 321] Virgilio». Mezcladas con investigaciones genealógicas sobre diferentes familias murcianas, aparecen defensas del teatro, disertaciones sobre las termas de los romanos, excelencias del número ternario, epigramas latinos, discretas paradojas y otra multitud de cosas a cual más inconexas. El libro, en conjunto, es de muy agradable lectura, exceptuando algunos pasajes, en que tal vez peca de indigesto. La erudición de Cascales es siempre copiosa y de buena ley, pero en ocasiones la prodiga demasiado. Las cartas más curiosas son, sin duda, las que tratan de cuestiones literarias, que conservan siempre para los eruditos su primitivo interés.

Hállanse traducidos en el contexto de estas cartas gran número de pasajes de autores griegos y latinos, algunos de notable extensión. En la carta quinta de la primera década traduce dos epigramas de Marcial Ridebis ventos hoc munere tectus y Zoilus ægrotat, faciunt hanc stragula febrem. En la epístola sexta traduce unos versos del libro primero de las Geórgicas Luna revertentes cum primum colligit ignes, Terque novas circum felix eat hostia fruges. En la carta tercera de la segunda década pone traducidos unos versos de Timocles, poeta griego, citados por Ateneo, libro VI, Depnosophistatum, y por Stobeo, ser. 133. En la sexta, de la misma década, hay un fragmento del epitalamio de Catulo a Manlio, Collis o Heliconei y un trozo del libro IV de la Eneida, Principio delubra adeunt. En la séptima traduce un epigrama de Ausonio Pelle soporiferi senium, trozos de la Ilíada (libros VIII y XI), un pedazo de la oda primera de Horacio y otro de la Electra, de Sófocles, y un fragmento del libro VI de la Eneida, en que se pinta el castigo del rey Salmoneo. En la novena hay parte de una fábula de Faerno. En la primera de la década tercera puso un trozo de Pontano, y otro del Epitalamio de Estela, obra de Estacio. No hago mérito de otros pasajes más breves, así como de varios traducidos en prosa.

Santander, 2 de enero de 1875.

Notas