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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > I : (ABENATAR–CORTÉS) > ABENATAR MELO, DAVID

Datos del fragmento

Texto

[p. 9]

A

Judaizante portugués de fines del siglo XVI. Apenas se tienen noticias de su vida. Sábese que fué perseguido por la Inquisición, en cuyas cárceles permaneció algunos años y aun sufrió la tortura. Él mismo lo dice, bien inoportunamente, en la paráfrasis del Salmo 30 (29 de la Vulgata Exaltabo te, Domine):

N' el infierno metido
De la Inquisición dura
Entre fieros leones de albedrío,
De allí me has redimido
Dando a mis males cura
Solo porque me viste arrepentido,
Llamé, de ti fuí oido,
Enmienda prometiendo
Si de allí me sacases:
Mostrásteme tus fases
A mis apretadores destruyendo;
Que ya cuasi rendido
Estaba de ellos, tú los has vencido.
Cuando en duro tormento
Me tenían atado
Porque a mi hermano y prójimo matase,
Helado, sin aliento,
En alto levantado,
Mi lazo le pedí me desatase,
Que escribiesse y notasse,
Que yo confesaría
Mucho más que él quisiesse,
[p. 10] Que hablase, que pidiesse:
Que cuanto me pidieran les daría.
Mas al suelo bajado,
Con un corazón nuevo te he llamado.
Acuden los verdugos,
Pensando que tenían
En mi red a la caza ya pescada,
Desátanme los yugos,
Palabras me decían
Y, a todas mudo yo, no decía nada.
Con la voz alterada
Me gritaban dijesse
Lo que había prometido,
Mas ya de ti vestido,
Mentís les dije, sin que les temiesse,
y vuelto a atar de nuevo
Me deshicieron, como cera al fuego.

En 1611 absolvió el Santo Oficio a Abenatar Melo, que muy pronto salió de España para refugiarse en Holanda y Alemania, donde abrazó descubiertamente la religión de sus mayores. En Francfort residía en 1626, pues allí publicó su traducción de los Salmos, libro bastante raro entre los bibliófilos:

Los CL. Psalmos de David in lengua espan | nola, en varias rimas, compu | estos por David  Abenatarmelo (sic), conforme a la | verdadera Traduccion ferraresqua: con algunas | aleguorias del Autor. | Dedicados al D. B. J. a su santa | conpanha De Israel | y Jeudah: esparcida por el | mundo en este larguo cautiverio, y al cabo lâ Barakâ | Del mismo David y Cántico | de Moyzes. En Franqua Forte. Anho De | 5386 (1626 de nuestra era). Esta portada va precedida de un grabado en madera.

4.º, 141 hs. Los preliminares son: una dedicatoria al Dios Benigno y a la santa compañía de Israel y Judá (es un romance). Varias advertencias sobre la traducción, firmadas, Vesalom. Tres sonetos laudatorios, uno portugués y dos castellanos, anónimos, a excepción del último, que lleva la firma de Iskak de Herrera.

Con dificultad se hallará un libro castellano peor impreso, las erratas más groseras hormiguean en sus páginas, llegando en ocasiones a hacer ininteligible el texto.

La traducción de los Salmos es muy desigual, pero no carece [p. 11] de vigor poético y demuestra en el expatriado judaizante dotes no comunes. Suele ser prosaico y desmañado, pero está casi inmune de culteranismo. Como se ve, no hizo su versión directamente del hebreo, sino de la Biblia ferrariense. Su objeto en este trabajo está expuesto en una de las advertencias preliminares. Puso en verso los Salmos «para que en nuestro estar y en nuestro andar los cantemos, y los que sirven para llorar en el tiempo de nuestra aflicción y los que para consolación y alabanzas del Señor continuo. Dejemos vanidades de otras escripturas vanas, comedias y romances de gentes de extrañedad: apetezcamos lo que es propio nuestro... Y si estos versos que os presento, pareciere que no tienen aquel dulce que los profanos no os empalaguen... Yo conozco que estos no pueden tener nombre de versos, que afirmo que aunque los hize no sé medirlos, ni sé si están con las sílabas que se requieren».

Exceso de modestia parece esta confesión, pues no sólo hizo Abenatar Melo excelentes versos, sino que empleó gran variedad de formas, octavas, tercetos, estancias líricas, romances, etcétera, etc. Hay trozos vertidos con notable valentía y verdadero entusiasmo. En conjunto es sin duda esta versión la mejor que de los Salmos hicieron los proscriptos judíos.

No nos detenemos más en este punto, remitiendo a quien desee otras noticias a Rodríguez de Castro (Biblioteca Rabínica) y Amador de los Ríos (Estudios sobre los judíos). El segundo analiza extensamente la obra de Abenatar Melo, presentando numerosos trozos en comprobación de sus juicios.

[Sin fecha]

Notas