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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA... > I : ACCIO-CATÓN > ADVERTENCIA DEL COLECTOR

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La BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA es obra de la que se puede decir con toda verdad que nunca la dejó de la mano don Marcelino Menéndez Pelayo. Desde las aulas del Instituto adquirió aquel profundo conocimiento de los autores latinos, aquel gusto por la belleza clásica , aquella afición a los estudios humanísticos que le capacitaron para componer en latín a los dieciocho años unos elegantes e inspirados dísticos cantando sus primeros amores, o que le hacían exclamar al ver rechazadas por críticos escrupulosos algunas de sus traducciones en verso castellano:

En arte soy pagano hasta los huesos,
Pese al abate Gaume, pese a quien pese.

Para él fueron los autores greco-latinos un refugio, un solaz, un descanso de otras más graves tareas en su vida de formidable trabajador. Hoy se ocupaba de Horacio y sus traductores españoles y portugueses, luego emprendía la misma tarea con Virgilio, más tarde apostillaba las odas de Fray Luis, anotando minuciosamente y con precisión de cita, verso tras verso, la inspiración horaciana que delatan. Labor admirable, puesto que nos da una idea cabal de cómo dominaba a Horacio; pero que no nos revela aún la plenitud de conocimientos humanísticos de D. Marcelino. Para esto es necesario saber también que aquel hombre tan excepcional se propuso [p. II] comentar a todos nuestros poetas de la edad de oro, acotando al margen de sus versos lo que en ellos se encontrara de copia, de inspiración, hasta de reminiscencia de autores griegos y latinos. Tal proyecto, como se comprenderá fácilmente, es para ocupar durante unos cuantos años a varios competentes humanistas que se dividan el trabajo, según sus aficiones y cultivadas especialidades dentro de las literaturas clásicas. !Con cuánta razón pudo escribir Farinelli de Menéndez Pelayo que él solo valía por diez Academias!

La presente obra es en parte la realización de aquel gigantesco proyecto, si no en toda su minuciosidad y detalle, con más amplitud en cierto modo, ya que no se limita a enumerar las versiones, imitaciones, y hasta reminiscencias de cada uno de los autores clásicos en nuestra literatura, sino que enfocando también el tema en un sentido más bibliográfico, señala los códices y manuscritos que se hallan en nuestras bibliotecas, las ediciones, comentarios, antologías, etc., hechas en España o por españoles: en una palabra, y como dice su autor, las vicisitudes en nuestra patria de cada uno de los escritores latinos y la influencia que ha ejercido en nuestras letras.

Por eso la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA no solamente es de gran utilidad para los que a tareas humanísticas se dedican, sino también para los profesores e investigadores de nuestra historia literaria. Algunos, por concesión excepcional, han utilizado ya en sus estudios parte del caudal que hoy publicamos y son muchísimos más los que esperan con ansia que aparezca todo lo inédito de esta obra, que va añadido en la presente Edición Nacional.

Porque la BIBLIOGRAFÍA, que se fué editando en pliegos sueltos de la REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS, quedó en suspenso el año 1902 por otras ocupaciones perentorias de su autor, quien desgraciadamente no pudo ya continuarla. La parte nueva que hoy damos a la estampa comprende desde Cicerón en adelante y está formada por fichas sueltas, a veces de mano que no es la de Menéndez Pelayo, sino de algún amigo cariñoso que, sabiendo sus afanes, le remitía papeletas sobre traducciones de escritores latinos aparecidas hasta en prensa diaria de provincias españolas y en repúblicas hispano-americanas. Entre estos corresponsales es de justicia destacar dos figuras preeminentes: la de D. [p. III] Francisco Rodríguez Marín en España y la de D. Miguel Antonio Caro en Colombia.

De todo este material inédito no publicamos más que el que don Marcelino tenía ya seleccionado y clasificado para ir a la imprenta; y por distinguir bien lo que es del maestro y lo que a sus amigos pertenece, señalaremos los escasos trabajos de éstos poniendo entre corchetes los números romanos que encabezan cada ficha. Probablemente no hubieran salido éstas tal como van, sino que se hubieran avalorado con notas y apostillas al darlas a la imprenta el autor de la BIBLIOGRAFÍA; pero tal como las hemos encontrado las insertamos, pues no creemos lícito añadir nada de nuestra cosecha.

Van intercalados también en el nuevo material y en el lugar alfabético que les corresponde los siguientes trabajos impresos en diferentes obras: Prólogo a las OBRAS COMPLETAS DE MARCO TULIO CICERÓN, [1] HORACIO EN ESPAÑA. [2] Advertencia preliminar. a las ODAS DE HORACIO coleccionadas por Arte y Letras. [3] Traducción de LOS CAUTIVOS, de Plauto. [4] Traducción de los fragmentos de la GRANDE HISTORIA, de Salustio. [5] Prólogo a los ANALES, de Tácito. [6] Carta-prólogo a la versión de las GEÓRGICAS, del [p. IV] Duque de Villahermosa. [7] Traductores de las ÉGLOGAS Y GEÓRGICAS. [8] Traductores españoles de la ENEIDA. [9]

Todos estos trabajos se escribieron, sin duda, con la mira fija en la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA y justo es que en ella encuentren ahora su apropiado lugar.

Termina esta obra con el ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO de que se habla en la ADVERTENCIA PRELIMINAR, y con una serie de monografías sobre DICCIONARIOS, CRESTOMATÍAS, HISTORIAS DE LA LITERATURA LATINA, DERECHO ROMANO, EPIGRAFÍA y finalmente MISCELÁNEA.

Varias de estas noticias resultan hoy, como no puede ser menos, incompletas y poco al día; sin embargo su utilidad prestan aun y revelan el enorme trabajo y la diligencia que hubo de emplear aquel casi imberbe mozo para aportar en tiempos en que la bibliografía estaba en mantillas, un tan copioso caudal para sus predilectos estudios. Por eso, aunque tal vez estaban condenados por su autor a la oscuridad, salen hoy a luz estos escritos tal como los encontramos y bien seguros de que el lector discreto nos lo agradecerá y sabrá distinguir tiempos y circunstancias.

De aquel primer intento de publicar una BIBLIOTECA DE TRADUCTORES, intento que después se transformó en este grandioso, aunque inacabado monumento de la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA, quedan aún numerosas bibliografías totalmente redactadas. Todas las que hemos podido reunir las damos como APÉNDICE de la presente Serie con el título de APUNTES PARA UNA «BIBLIOTECA DE TRADUCTORES ESPAÑOLES». Con los vuelos que la BIBLIOGRAFÍA iba tomando en manos de su autor, no hubiera sido [p. V] necesaria la publicación de esta BIBLIOTECA DE TRADUCTORES, que tal vez quedaría reducida al CÓDICE BIBLIOGRÁFICO, un poco más ampliado; pero habiendo dejado inacabada la primera de las mencionadas obras, los datos que la segunda aporta son en gran parte inéditos y de mucha utilidad.

Puesto que ambas se compenetran y complementan necesario será incorporar una en otra de algún modo; y ya que de otro no nos sea lícito hacerlo, pues tendríamos que alterar los textos los redactores de los ÍNDICES DE AUTORES, TÍTULOS Y MATERIAS que con tanto cuidado han venido formándolos bajo las instrucciones y vigilancia de su padre y fraternal amigo nuestro, D. Ángel González Palencia (q. s. g. h.), nos dan también un ÍNDICE DE LOS AUTORES CLÁSICOS LATINOS (ediciones, imitaciones, reminiscencias, etc.), CITADOS EN LA BIBLIOTECA DE TRADUCTORES, y un ÍNDICE DE TRADUCTORES ESPAÑOLES DE CLÁSICOS LATINOS (editores, imitadores, etc.), CITADOS EN LA BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA.

El contenido de la BIBLIOTECA DE TRADUCTORES, aunque principalmente se refiere a autores clásicos no excluye a los que en otras lenguas escribieron, pues ya se ha dicho que esta obra fue proyectada con horizontes distintos de los de la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA.

Téngase también en cuenta que la mayor parte de los artículos de la BIBLIOTECA DE TRADUCTORES están redactados por los años 1874 a 1877, es decir, entre los 18 y 21 de su autor, Como obra, pues, de la primera juventud. casi niñez de Menéndez Pelayo, deben juzgarse los artículos biobibliográficos sobre traductores españoles. Casi todos ellos llevan fecha y firma en el original autógrafo que se guarda en esta Biblioteca; la primera la conservamos, pero suprimimos la segunda por no creer necesaria su repetición constante.

Otro APÉNDICE de esta Serie, aunque breve, pues los datos para él recogidos no son muchos, lo constituyen las NOTAS PARA UNA BIBLIOGRAFÍA GRECO- HISPANA, de que se habla al final de la ADVERTENCIA PRELIMINAR. A pesar de la afirmación de que «sus materiales duermen años hace entre mis papeles», no hemos encontrado nada terminado con tal fin; algún que otro autor griego desperdigado entre la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA, tal cual bio-bliografía en la BIBLIOTECA DE TRADUCTORES, notas marginales en varios libros y principalmente en el de D. Julián Apráiz; APUNTES PARA UNA HISTORIA DE LOS ESTUDIOS HELÉNICOS EN [p. VI] ESPAÑA, es el único material que hemos podido hallar para la BIBLIOGRAFÍA GRECO-HISPANA. Lo demás no DORMÍA seguramente entre papeles, sino que estaba vivo en la mente prodigiosa del maestro y en aquella memoria feliz con la que hubiera sabido en cada momento acudir a las fuentes necesarias.

Como obra publicada a retazos y en una revista-entonces menos cuidadas que al presente-, con premuras de tiempo y los naturales inconvenientes de la escasez de material tipográfico, la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA tuvo que salir con erratas, incorrecciones y algún desorden, que hemos procurado corregir poniendo las fichas en su sitio correspondiente, uniformando en lo posible los encabezamientos, recomponiendo la alterada numeración correlativa romana dentro de cada autor clásico, y todo ello, naturalmente, sin alterar en lo más mínimo el texto original. En cuanto al orden alfabético de autores hemos seguido las listas que se dan en las «INSTRUCCIONES PARA LA REDACCIÓN DE LOS CATALOGOS EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS DEL ESTADO».

En titulillos con negrita, destacándose en cabeza de página, se indica en forma de diccionario para la mayor comodidad del lector, el orden alfabético de autores, tanto en la BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA como en la BIBLIOTECA DE TRADUCTORES.

La proporcional distribución externa, tiranía editorial que se impone, nos ha obligado a veces a partir una misma materia en dos volúmenes; pero creemos que éste es menor inconveniente que el de presentar un libro de corta lectura al lado de un abultado tomo de muy difícil manejo. Esto nos ocurriría, por ejemplo, si hubiésemos pretendido encerrar en un solo volumen las abundantes fichas correspondientes a Cicerón o a Horacio.

ENRIQUE SÁNCHEZ REYES.

Notas

[p. III]. [1] . Obras Completas de Marco Tulio Cicerón traducidas del latín por D. Marcelino Menéndez Pelayo. Madrid. Imprenta Central, 1879. Es el tomo XIV de la Biblioteca Clásica. (El prólogo titulado «A los que leerán» comprende las páginas V-XXVII.)

[p. III]. [2] . Horacio en España. Solaces bibliográficos de D. Marcelino Menéndez y Pelayo... 2.a edición refundida. Madrid, Imp. de Pérez Dubrull, 1885. 2 vols. (Pertenece a la Colección de Escritores Castellanos.)

[p. III]. [3] . Odas de Q. Horacio Flaco traducidas e imitadas por ingenios españoles y coleccionadas por D. M. Menéndez Pelayo. Barcelona. E. Domenech, 1880. (La advertencia preliminar comprende desde la página IX a la XV)

[p. III]. [4] . Los Cautivos. Comedia de Marco Accio Plauto. Traducida al castellano por M. M. P. Representada en el «Teatro Español» en Diciembre de 1879 por alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras. Madrid. Imp. de Fortanet. 1879.

[p. III]. [5] . Cayo Salustio Crispo. La Conjuración de Catilina... Fragmentos de la Grande Historia traducidos por D. Marcelino Menéndez Pelayo. Madrid. Imp. Central. 1879. (Es el tomo XV de la Biblioteca Clásica. Páginas 313-350.)

[p. III]. [6] . Los Anales de Cayo Cornelio Tácito traducidos por D. Carlos Coloma. Tomo I. Madrid. Imp. Central: 1879 , (Es el tomo XVII de la Biblioteca Clásica. El prólogo comprende desde la pág. V a la XIII.)

[p. IV]. [7] . Virgilio. Las Geórgicas traducidas por el Excmo. Sr. D. Marcelino de Aragón Azlor, Duque de Villahermosa, con un prólogo de D. Marcelino Menéndez Pelayo. Madrid. Imp. de Fortanet. 1881. (El prólogo se extiende desde la pág. V a la XIII.)

[p. IV]. [8] . Églogas y Geórgicas de Publio Virgilio Marón, traducidas en versos castellanos por D. Félix M. Hidalgo y D. Miguel Antonio Caro, con estudio preliminar de D. Marcelino Menéndez Pelayo. Madrid. Imp. Central. 1879. (Es el tomo XX de la Biblioteca Clásica. El estudio de M. P. comprende desde la pág. VII a la LXXV.)

[p. IV]. [9] . Eneida por Publio Virgilio Marón. Traducción en versos castellanos por Miguel Antonio Caro. Tomo II. Madrid. Imp. Central. 1879. (Es el tomo X de la Biblioteca Clásica. El estudio abarca desde la pág. V a la LVII.)