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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > IV : (OLIVER-VIVES) > VALDÉS, JUAN DE

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Texto

[p. 312]

En nuestra Historia de los heterodoxos daremos más larga noticia de la vida y escritos de tan famoso reformista y eminente prosador castellano, remitiendo ahora a quien desee ampliar los datos aquí estampados a los prólogos de Usoz y Río en su colección de protestantes, a la Life and Writings of Juan de Valdés otherwise Valdesso del erudito cuákero Benjamín B. Wiffen, al opúsculo del Dr. Bohemer Cenni biographici sui fratelli Giovanni e Alfonso di Valdesso (Halle, 1861), y a la admirable Bibliotheca Wiffeniana Spanish Reformers del mismo (Londres, 1874, tom. 1.º), y sobre todo al excelente libro Alfonso y Juan de Valdés, tomo IV de los Conquenses Ilustres del Excmo. Sr. D. Fermín Caballero, cuya reciente e irreparable pérdida lloran las ciencias y la erudición española.

Sobre el primer período de la vida de Juan de Valdés consérvanse muy pocos datos. Nació en Cuenca hacia 1501, según conjetura probable. Era hijo de D. Ferrando de Valdés, regidor de Cuenca y hermano de Alonso, secretario del Emperador Carlos V. Créese que estudió (quizá Derecho) en la Universidad complutense, siendo muchos los autores que le califican de jurisconsulto. Dióse sobre todo a los estudios humanísticos, sobresaliendo en las lenguas latina y griega, así como en la castellana, que manejó cual maestro. No consta que en esta primera época manifestase [p. 313] inclinaciones teológicas. Al contrario de su hermano, que vivió siempre ocupado en altos destinos, de Juan sólo consta por testimonio propio que fué diez años andante en corte y dado a la lección de libros de caballerías, que debió entremezclar con otras de más provecho, dado que sobresalió en artes liberales y erudición clásica y estuvo en correspondencia con Erasmo, Juan Ginés de Sepúlveda y otros sabios. Ocurrido el saqueo de Roma en 1527, el secretario Alonso redactó a la manera de Luciano el Diálogo de Lactancio y un arcediano, escrito con espíritu sobrado hostil a la corte romana, aunque no franca ni descubiertamente heterodoxo. Pasó este diálogo para su corrección y retoque a manos de su hermano Juan, que debió aumentar la acritud de ciertos pasajes. Denunciado este diálogo por el Nuncio Baltasar Castiglione, hízose cargo de él la Inquisición, así como de otro diálogo, original de Juan, que corría unido al de Lactancio y presentaba más asidero a justa censura. Escudó a Alfonso el alto cargo que cerca del Emperador y muy a su confianza disfrutaba, el viaje que por entonces emprendió siguiendo la corte y quizá su temprana muerte, acaecida en 1532. Pero Juan, conceptuándose menos seguro, pasó a Italia y allí permaneció el resto de sus días, en Roma al principio y más tarde en Nápoles. En este punto comienza su vida de teólogo, dogmatizador y heresiarca.

Es evidente a la simple lectura del Diálogo de Mercurio y Carón que, antes de salir de España, había admitido Juan, tal vez adoctrinado por su hermano, el principio capital de la Reforma: libre examen e interpretación individual de las Escrituras. Pero su clara inteligencia le apartó en otras cosas del Luteranismo, y lógicamente llevóle a una especie de doctrina mística antitrinitaria, menos cruda en la forma, pero semejante en el fondo a la que más tarde profesó Miguel Servet. Puesto a leer e interpretar a su modo las Escrituras y en especial las epístolas de San Pablo, creyóse de buena fe iluminado, dióse a la vida mística y, sintiéndose a la par con instintos reformadores, comenzó a propagar en Nápoles, donde se estableció definitivamente en 1534, lo que él tenía por enseñanza verdaderamente evangélica, haciendo infinitos prosélitos en las altas clases de la sociedad italiana, merced a su saber inmenso, dulce y persuasiva palabra y severidad de costumbres acendrada. Hacía su propaganda en secretas [p. 314] conferencias y reuniones que se celebraban cuándo en su propia casa, cuándo en la de su protectora Julia Gonzaga, cuándo en una casa de campo situada en Chiaja. Discípulos de Valdés fueron el canónigo reglar de San Agustín Pedro Mártir Vermiglio, Monseñor Carnesechi, protonotario apostólico, Jacobo Bonfadio, Marco Antonio Magno, Celio Segundo Curión, Fr. Bernardino Ochino, general de los Capuchinos y predicador eminente, de quien dijo Carlos V que «con sus sermones levantaba las piedras; la marquesa de Pescara Victoria Colonna, poetisa eminente; la del Vasto María de Aragón, hija del Duque de Villahermosa, Isabel Manrique, y sobre todas la discreta y bellísima Julia Gonzaga, duquesa de Trajetto y condesa de Fondi y viuda de Vespasiano Colonna. A esta noble señora dedicó Juan de Valdés la mayor parte de sus libros teológicos, y uno y otra contribuyeron activamente a la propagación de la herejía en Italia. Murió Juan de Valdés en el verano de 1541 y tampoco duró mucho la secta a que había dado origen y nombre. Comenzaron a poco las persecuciones y dispersáronse los discípulos cuando el Tribunal de la Inquisición se estableció en Nápoles en 1547. Unos pasaron a Venecia y otras ciudades de la parte septentrional de la península, otros huyeron a Alemania y Francia y desde allí difundieron en libros y papeles su doctrina. De los encarcelados por el Santo Oficio, que llegaron a 3.000, según afirman, los más abjuraron por convicción o por temor, otros fueron condenados a penitencias más o menos graves y algunos, como Carnesechi, al último suplicio. Julia Gonzaga y otros sectarios del valdesianismo habían muerto años antes de estos rigores.

Ocasión más oportuna tendremos de exponer y analizar las doctrinas teológicas de Valdés en los puntos capitales de Trinidad, Encarnación y Gracia en que se apartó de la fe católica. Tampoco es ahora ocasión muy oportuna de quilatar sus altos méritos literarios. Baste decir que, en nuestro concepto, es el primer prosista del reinado de Carlos V y uno de los escritores que con más flexibilidad, armonía, discreción y elegancia han manejado la lengua castellana. En su vida literaria deben distinguirse dos períodos, lo mismo que en su vida religiosa. En el primero Juan de Valdés es un humanista, consímil de Erasmo en ideas y en estilo, uno de los que en lengua vulgar propagaron las [p. 315] doctrinas del latinista de Rotterdam, adoptando la fortuna del diá logo lucianesco por él con tanto acierto cultivada en sus Coloquios famosos. El Diálogo de Mercurio y Carón y el de Lactancio y un arcediano sobre el saco de Roma (que es tan obra suya como de su hermano) rebosan en finas sátiras contra el Papado y las costumbres de los eclesiásticos, ni más ni menos que el Elogio de la locura o los Coloquios antedichos. Encierran además animada pintura del estado social de aquella era y en tal concepto, aparte de las ideas heréticas que enérgicamente rechazamos, son un monumento notabilísimo de nuestra literatura, y quizá y sin quizá tiene Juan de Valdés la gloria de haber allanado el camino a Cervantes. Los servicios que prestó a la lengua son incalculables, y esto nos trae a la memoria el diálogo así intitulado en que mostróse a la vez docto filólogo, no contagiado por el pedantismo de muchos latinizantes, agudo e ingenioso, crítico, y suelto y desembarazado prosista, inmune de afectación y vanos aliños.

Los escritos de Juan de Valdés en su segunda época ofrecen caracteres muy diversos y son no menos curiosos como modelos de la mística protestante, curioso objeto de comparación con la nuestra. En ellos nada hay de sátira ni de reminiscencias clásicas o erasmianas, el estilo es puro, ceñido y atildado, procede blanda y halagüeñamente, per dolce modo, como decían sus discípulos, a insinuarse en el corazón de los oyentes. Pero es un misticismo frío y sin alma, desprovisto de las ardientes expresiones y encendidos arrebatos que caracterizan la elocuencia religiosa española del siglo décimosexto.

Juan de Valdés vivió y murió como un verdadero asceta. Era de cuerpo débil y carácter eminentemente simpático.

El catálogo extenso de las ediciones de sus obras puede verse en la Bibliotheca Wiffeniana. Aquí apuntaremos lo más indispensable.

Originales

Diálogo: en que particularmente se tratan: las cosas | acaecidas en Roma: el año de | MDXX VII | A gloria de Dios y bien universal de la | República Christiana. 43 hs. 8.º, let. gót., sin l. ni a., pero se cree hecha en Italia, 1529.

[p. 316] Hay otras cinco ediciones idénticas a la anterior en tamaño y número de páginas e igualmente sin nota de lugar ni año. Distínguense entre sí por diferencias muy leves que apunta cuidadosamente el Dr. Bohemer. La segunda es gótica, como la primera, y diferénciase sólo por llevar una viñeta, y por la distribución no igual de los renglones de la portada. La tercera tiene la portada (fuera de la 1.ª línea) en letra romana. La cuarta y quinta están hechas ya por entero en esta especie de letra, aunque es gótica la primera línea del frontis, &.

Diálogo en | que | particular- | mente se tratan las co- | sas acaecidas en Roma: el | año de MDXXVII | A la gloria de Dios y bien vníversal | de la República Christiana. | Impreso en Paris, en el a- | ño de salud | 1586.

8.º, 77 pp. y una advertencia de El corrector de la imprimeria al prudente lector.

Estas ediciones del Lactado hacen juego con las del:

Diálogo de Mercurio y Ca- | ron: en que allende de muchas cosas graciosas y de buena | doctrina: se cuenta lo que ha acrecido en la guerra | desdel año de mill y qiinientos y veynte y | uno hasta los desafíos de los reyes de Francia e Inglaterra hechos al | Emperador en el año de | M.D.XXIII. 73 hs. 8.º, letra de Tortis con una viñeta. Sin l. ni a. Dicen que se imprimió en Italia el año 1529.

En letra gótica asimismo; con portada igual a la anterior, excepto en la distribución de las líneas, pero con 94 hs. de texto, inclusa la portada, existe otra edición descrita por Bohemer. Idéntica a ella en tal circunstancia, pero impresa (excepto el frontis) en letra romana es la tercera. Diferente de ellas en algunas circunstancias es la siguiente:

Diálogo de Mer- | curio y Caron en que allen- | de de mvchas cosas graciosas | y de buena doctrina: se cuenta lo que ha acae- | scido en la guerra desdel año de mill y qui- | nientos y veynte y uno hasta los de- | safíos de los Reyes de Francia et | ynglaterra hechos al Em- | pe rador en el año de MDXXIII. 8.º, let. romana, con una estampa del Arcángel S. Miguel. Sin l. ni a. 79 hs., incluso el frontis.

Existen de estos diálogos traducciones italiana (Venecia, 1546, nueve veces reimpresa en el transcurso de diez años, ediciones idénticas todas con muy leves variantes); alemana (Amberes, 1609 y 1613; Francfort, 1643; Leipzig, 1704), e inglesa (Londres, [p. 317] 1590, el de Lactancio), a más de los extractos de Joung (1860, en la vida de Aonio Paleario), y Wiffen (en la de Valdés, 1865). Al latín trasladó el Diálogo de Lactancio Gaspar Barth, publicándole con el título de Expugnatio urbis Romae ab exercitu Caroli V, historia paucis nota et in Dialogo memorata al fin de su Pornodidascalus, seu Colloquium Muliebre (Francfort, 1623), traducción del Ragionamento delle done del Aretino o más bien de la traducción libre que hizo Fernán Xuárez de Sevilla, con el título de Coloquio de las damas.

Diálogo de las lenguas. Esta obra maestra de Valdés estuvo inédita hasta 1737, en que la imprimió como anónima (por ignorar realmente su autor, o no querer decirle) D. Gregorio Mayáns y Siscar en el tomo 2.º de sus Orígenes de la lengua castellana. A Pidal, a Usoz y a D. Fermín Caballero se debe el haber puesto en claro la verdadera procedencia de este áureo diálogo. Del cual hay dos reimpresiones.

Diálogo de la Lengua | (tenido azia el A. 1533) | i | publicado por primera vez el año de 1737 | Ahora reimpreso conforme al ms. de la Biblioteca Nacional, | único que el Editor conoce. | Por Apéndices va una cara de A Valdés. | Madrid. Año de 1860. | Imprenta de J. Martín Alegría.|

8.º LIII páginas de prólogo, 206 de texto y 71 con las cartas de Valdés y Castiglione. Lleva al pie de las páginas 1.084 notas. Esta preciosa y esmeradísima edición debióse al estudio y diligencia del docto cuákero D. Luis Usoz y Río.

El mismo reimprimió los demás diálogos, edición que olvidamos registrar donde correspondía, haciéndolo ahora.

Dos diálogos | escritos | por Juan de Valdés | ahora cuidadosamente reimpresos. Año de 1858.

Sin lugar (Madrid, imprenta de Alegría). 8.º, XX pp. de prólogo y 481 pp., con una hoja de índice y erratas. Es el tomo 4.º (y el más raro y estimado) de la colección de Reformistas Españoles que publicó Usoz en XX volúmenes. El Diálogo de las lenguas circuló por separado como obra filológica y sin tropiezos.

Extraño parece que después de la edición de Usoz se haya hecho con tal descuido la reimpresión del Diálogo de la lengua (no de las lenguas, como escribió Mayáns) en los:

[p. 318] Orígenes de la lengua castellana, &. Madrid, 1873. 4.º, donde para nada se tuvo en cuenta la edición de 1860 ni el ms. de la Biblioteca Nacional, antes se reprodujeron todos los errores cometidos en su edición por el noble valenciano.

Alphabeto | christiano | che insegna la vera | via d'acquistare | il lvme dello Spi- | rito Santo.| Stampata con gratia et privilegio | l'anno MDXLVI. 8.º, 71 folios, sin l. (Venecia).

Este libro fué escrito primitivamente en castellano, aunque este original se ha perdido, y trasladado al italiano por Marco Antonio Magno, uno de los discípulos de Valdés. Es un diálogo, de carácter ascético, entre Valdés y Julia Gonzaga.

Usoz publicó una edición políglota del Alfabeto:

Alfabeto | cristiano | de | Juan de Valdés: | Reimpresión fiel del traslado italiano: | Añádense ahora dos traducciones modernas | una en castellano, otra en inglés... | Londres. Año de MDCCCLI. (Tirada de 150 ejemplares.)

La traducción castellana es de Usoz y tiene XV pp. de introducción y 192 de texto. La reimpresión del traslado italiana consta de 76 pp. y dos hs. de erratas. La inglesa es de Benjamín Wiffen y se encabeza con una memoria biográfica de Valdés y Julia Gonzaga que llena LXXXIII pp.

El Alfabeto y un apéndice llenan 244 pp.

Unidas estas tres publicaciones, aunque con foliatura diversa, constituyen el tomo XV de los Reformistas, uno de los más raros y apetecidos. Parece que se imprimió realmente en Londres.

Al Alfabeto Cristiano acompaña otro opúsculo de Valdés así encabezado:

«In che maniera il Christiano ha de studiare nel suo propio libro e che frutto ha da trarhere dello studio et come la santa scritura gli serve per interprete e commentario.»

Fué reimpreso por Benjamín Wiffen en el periódico italiano protestante Eco di Savonarola. Año 8.º Setiembre y octubre de 1854 (Londres).

Le canto et dieci | di- | vine considerationi del S. | Giovanni Valdesso: nelle qua | li si ragiona delle cose uti- | li, piu necessarie, et piu perfet- | te della christiana | professione. | I. Cor. II. | Noi vi ragionamo della perfecta sa- | pientia, non della sapientia di questo | [p. 319] mondo. | In Basilea, MDL. 8.º, 244 hs. Poseo un ejemplar de esta edición rarísima.

Libro escrito primitivamente en castellano, como todos los de Valdés, aunque el original no parece; traducido al italiano por uno de sus discípulos y publicado por Celio Segundo Curión, reformista del siglo XVI. Este texto italiano ha sido reimpreso en nuestros días por el Dr. Bohemer.

Le Cento e dieci | divine considerazioni | di Giovanni Valdesso. | Halle in Sassonia. | MDCCCLX. 8.º, 620 pp. Acompaña el Cenni biographici, ya citado.

Al francés fueron traducidas las Consideraciones valdesianas por un anónimo (C. K. P.). Hay ediciones de Lyon, 1563; París, 1565, y Lyon, 1601. Al inglés las vertió Nicolás Farrer, imprimiéndolas en Oxford, 1638, y Cambridge, 1646. En 1865 publicó el entusiasta e infatigable Wiffen su excelente:

Life and writings | of | Juan de Valdés, | otherwise Valdesso, | Spanish reformer in the Sixteenth century | by Benjamin B. Wiffen. | With a traslation from the Italian | of his hundred and ten Considerations | by | John T. Betts. Londres, 1865. Esta traducción de las CX Consideraciones supera en mérito y exactitud a la primera. En 1870 ha publicado en Halle el Dr. Bohemer una traducción alemana de tan celebrado libro.

Usoz hizo nada menos que tres ediciones de tal obra:

Ziento i (sic) diez | consideraciones | de | Juan de Valdés. | Ahora publicadas por primera vez en castellano... Año de MDCCCLV. 8.º 615 pp. (544 de texto y 55 de ilustraciones). Algunos ejemplares llevan el retrato de Julia Gonzaga. La traducción del italiano fué hecha por Usoz y es el tomo IX de los Reformistas.

Ziento i diez consideraciones | leidas i explicadas hazia el | año de 1538 i 1539. | Por Juan de Valdés. | Conforme a un ms. Castellano | escrito el a. 1558 | existente en la Biblioteca de Hamburgo, | Y ahora publicada por vez primera | con tu facsimile... España. Año MDCCCLXII. 8.º (Tomo XVI de los Reformistas, impreso, como los demás, en casa de Alegría.) El ms. castellano de Hamburgo no es el original de Valdés, sino una traducción antigua de autor ignorado. 544 pp. de texto y 18 de ilustraciones.

Ziento i diez consideraciones | de | Juan de Valdés. | Primera vez [p. 320] publicadas en Castellano el a. 1855 | por | Luis de Usoz i Río | i | ahora corregidas Plenamente con mayor cuidado...

... Año de MDCCCLXIII. 8.º, 31 pp. de preliminares y 734 de texto y apéndize.

Colophón: Impresso en Londres, en casa de G. A. Claro del Bosque, &. (Madrid, imprenta de Alegría.) Tomo XVII de los Reformistas.

Reimpresion del traslado de Usoz, corregido.

Este es el más notable y famoso de los libros místicos de Valdés.

Modo che si | dee tenere de l' in- | segnare e predicare il | principio della reli- | gione christiana... In Roma | MDXXXXV. Contiene cinco tratadillos sobre la penitencia, justificación, etc.

Hay la impresión siguiente hecha por el Dr. Bohemer:

Sul | principio della dottrina Christiana. | Cinque trattatelli evangelici | di | Giovanni Valdesso, | ristampati | dall' edizione Romana del 1545. | Halle sulla Sola | Georg. Schwabe. | 1870.

El mismo año se publicó una traducción alemana hecha por la mujer de Bohemer y corregida por este sabio profesor alsaciano.

Lac spirituale, | pro alendís ac educan- | dis Chrishanorum pueris ad | gloriam Dei | Minusculum Vergerii | Illustrissimo Domino Nicolas, &... Excudebat Joannes Doubman | nus Regiomonti Borussiae. (Esto al fin.) Impreso hacia 1554.

Según Celio Segundo Curión, Vergerio se apropió este catecismo, dedicándole al hijo del Duque de Wittenberg. Tradújose al alemán y al polaco en 1555

Hay dos reimpresiones modernas del texto latino:

Lac Spirituale. | Institutio | puerorum christianorum | Vergeriana. | Edidit | F. Koldewey. | Brunsvigae | sumptibus Alfredi Bruhn. | 1864. 8.º

Lac Spirituale. | Johannis de Valdés | institutio puerorum christiana | Edidit | Fridericus Koldewey. | Accedit Pistola Eduardi Bohemer ad editorem data | de libri scriptore. | Editio altera. | Halis | sumptibus G. Æmilii Borthel. | 1871.

En ambas ha entendido Bohemer y llevan ilustraciones suyas.

En 1872 se ha publicado nueva traducción alemana de este libro trabajada por Ludwig de Marées. ministro de la iglesia evangélica de Zeitz.

Con error se ha atribuído a Valdés un Tratado utilísimo del [p. 321] beneficio de Jesucristo, cuyo verdadero autor fué un monje de San Severino, llamado Don Benedetto, natural de Mantua y discípulo de Valdés. El ms. fué corregido por Marco Antonio Flaminio, amigo del autor. No se conoce edición antigua de semejante libro. Fué publicado en 1855 conforme a una copia de la biblioteca de Cambridge.

Llorente en la Historia de la Inquisición dice que entre los papeles del arzobispo Carranza pareció un Aviso sobre los intérpretes de la Sagrada Escritura, que se tuvo al principio por obra de Valdés, aunque luego se averiguó lo cierto. El mismo Llorente atribuye a nuestro reformista un libro titulado Achaso, que será, sin duda, el diálogo de Mercurio y Carón.

Traducciones

Comenta- | rio, o declaración | breve, y compendiosa so- | bre la Epístola de S. Paulo Apóstol | a los Romanos, muy saluda- | ble para todo Cristiano. | Compuesto por Jvan Valdesio, pío y sincero Theólogo. (Enseña del impresor una Y pitagórica; con el lema Estrecho el camino de la vida | y es ancho el de la perdición.) El Evangelio es potencia de | Dios para dar salud a todo creyente. | Roma. I. | En Venecia, en casa de | Juan Philadelpho. | MDLVI. 8.º 340 pp.

Lleva una dedicatoria a Julia Gonzaga y una advertencia Al lector suscrita por Juan Pérez de Pineda, notable heterodoxo sevillano. Dícese que esta edición salió de las prensas de Juan Crespín en Venecia.

La notable dedicatoria de este libro fué traducida en parte al inglés por M. Young, que la puso en su Vida de Aonio Paleario (Londres, 1860) juntamente con el texto castellano.

Comenta-rio, o declaración fa- | miliar, y compendiosa sobre | la primera Epístola de san Paulo Apo- | stol a los Corinthios, muy vtil para | todos los amadores de la | piedad Christiana. | Compuesto por Juan | W. pío y sincero Theólogo. (Enseña antedicha.) En Venecia, en casa de | Juan Philadelpho. | MDLVII. 8.º, 450 pp.

De ambos comentarios hay la reimpresión siguiente:

La epístola | de San Pablo a los Romanos, | i la I. a los Corintios. | Ambas traduzidas i comentadas por Juan de Valdés. | Ahora [p. 322] fielmente reimpresas. | Valdessio Hispanus scriptore superbiat orbis. | Dan. Roger. Epigr. in tum Juelli. Humfhr. | Vita Juel, 1573. Año de 1856.

Sin l. (Madrid, imprenta de Alegría), 8.º

Cada uno de los Comentarios tiene paginación diversa (XXX + 4 no numeradas + 305 el primero, y XIX + 3 no numeradas + 317 + 3 no numeradas y 60 de notas el segundo, total, 741.

Forma los tomos X y XI de la colección de Reformistas Españoles que publicó Usoz.

Por deposición de Carnesechi sabemos que Juan de Valdés tradujo del Griego y comentó todas las epístolas de San Pablo, exceptuando la dirigida a los hebreos. Pero Juan Pérez no llegó a publicar (o a lo menos no se conocen) más que las dos primeras.

La traducción es fiel y exacta, salvo algún descuido. Hízola Valdés, según entiendo, con presencia del texto de Erasmo y valiéndose de su interpretación latina en casos dudosos. A la versión sigue el comentado escrito en gallarda prosa castellana, con gran espíritu de unción y de piedad, aunque afeado con notables errores sobre la justificación y la gracia.

Dedicó Juan Pérez esta versión y comentario de las Epístolas al Rey de Bohemia y Archiduque de Austria, Maximiliano.

Traducción y comentario de los Evangelios de S. Mateo y San Juan. Promete hacerla Valdés en la dedicatoria de la Epístola a los Romanos, y se pone en el catálogo de sus obras inserto en la Biblioteca Antitrinitariorum de Sand.

Traducción de los Salmos hecha directamente del hebreo. Hay noticia de ella en la citada dedicatoria: «El año pasado os envié los Salmos de David, traducidos del Hebreo en romance castellano.» Es muy sensible la pérdida de este trabajo. Conjetura don Fermín Caballero que tal vez se valió de la traducción de Valdés el citado Juan Pérez, que en 1557 estampó unos Psalmos en Venecia (Ginebra)

Santander, agosto de 1876.

Notas