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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > IV : (OLIVER-VIVES) > TOMÁS DE TAXEQUET, MIGUEL

Datos del fragmento

Texto

[p. 291]

Reservamos noticia más extensa de este sabio y elegante escritor para la Biblioteca Hispano-Latina Cristiana, que es donde principalmente debe figurar por sus ediciones críticas de [p. 292] Lactancio, Venancio Fortunato y otros autores cristianos. Aquí nos limitaremos a apuntar los datos más esenciales.

Nació en Lluchmayor (isla de Mallorca), en 1529, e hizo los estudios de Humanidades en el colegio de Randa, los de Jurisprudencia en la Universidad de Lérida y los de Teología en la de Bolonia. A los veinticinco años de su edad ejercía ya el cargo de corrector de la Sagrada Penitenciaría de Roma y teólogo consultor del Colegio de los Cardenales. El Papa Pío IV le envió con tal carácter al Concilio de Trento. donde permaneció hasta 1563 en que se cerró la última sesión. Se le atribuye mucha parte en la redacción de las actas latinas del Concilio y es tradición consignada por el abate Llampillas (Saggio storico apologetico, II, parte II, dist. IV, parf. V) que el Sumo Pontífice quedó tan pagado de la pureza de estilo con que Miguel Tomás desempenó esta tarea, que dijo en honor suyo esta frase, honorífica también para el modesto centro de ensenanza luliana de donde él procedía: auditores randini valde latini. Vuelto a Roma, no sólo protegió las letras, sino que puso una imprenta en su propia casa para publicar sus obras y las de sus eruditos amigos. San Pío V le concedió la dignidad de Sacristán de la iglesia de Mallorca en 1570. y dos años después una canonjía en la misma catedral, pero como continuase residiendo en Roma, el Cabildo de su iglesia le puso pleito y tuvo que renunciar ambas prebendas, si bien obtuvo brillante compensación cuando, en 8 de noviembre de 1577. Gregorio XIII le promovió a la silla episcopal de Lérida, de cuya iglesia tomó posesión en 27 de mayo del año siguiente. Sólo cuarenta y tres días ocupó su cátedra episcopal, aunque parecía, según un dietario del tiempo molt bo, sa y gros. Falleció en 9 de julio del mismo año. Yace en el coro de aquella catedral. Se ignora el paradero de su riquísima biblioteca, que a caso quedó en Italia y que según testimonio de D. Juan Bautista Cardona, obispo de Tortosa, en su precioso tratado De Regia S. Laurentii Bibliotheca, contenía más de dos mil manuscritos, muchos de ellos de gran valor.

Miguel Tomás, como el mismo Cardona, como Pedro Fuentedueñas y otros canonistas literatos de aquella época gloriosísima para España (que hoy apenas recuerda sus nombres) es uno de los satélites del grande astro de Antonio Agustín, pero en otro [p. 293] período menos fecundo, todos ellos hubieran pedido brillar con luz propia.

Sus principales obras son, aparte de la que citamos en el texto y de las que citaremos en la ya mencionada Biblioteca Hispano-Latina Eclesiástica, las siguientes:

Michaelis Thamae Taxaquetii hispani orationes duae civiles: una de tota iuris ratione; altera de ratione discendi ius civile: ad Consalvum Peresium ab epistolis et a Consiliis Philippo Regi... Bononiae, apud Antonium Manutium Aldi filium M.D.LVI.

4.º, 79 pp. sin los índices.

Disputationes quaedam Ecclesiasticae. Romae, ex domo propria. M.D.LXV.

4.º, 214 pp.

Contiene cuatro disertaciones:

I. Brevis christianae ac Catholicae fidei defensio, et judeorum, mahometanorum ac hereticorum oppugnatio.

II. De ratione habendi Concilia Provincialia ac Dioecesana, et de iis, quae in ipsis praecipue sunt tractanda.

III. Isidori ordo de celebrando concilio.

IV. De variis collegiis ad utilitatem publicam instituendis.

Fué de los que más trabajaron en la corrección del Decreto de Graciano. Dice Antonio Agustín en el tercero de sus diálogos De Emendatione: Haec ex libris Michaelis Thomasii accepi, qui unus ex selectis Romae viris, atque ut studio magna pars ejus belli fuit.

El marqués de Morante poseyó y cita en su Catálogo (I, 539) un códice de epístolas de varios doctos españoles del siglo XVI, en el cual figuraban algunas de Miguel Tomás, con otras de Alfonso Salmerón, Diego de Stúñiga, Francisco Sánchez, Francisco Torres, etc.

También en la biblioteca que el ministro D. Manuel de Roda legó al Seminario de Salamanca, había un Fasciculus epistolarum doctorum virorum, magnam partem Michaelis Thomassi ad Gratiani correptionem pertinentia.

Notas