Cuatro composiciones, insertas en las Flores de poetas ilustres recogidas por Pedro de Espinosa, han bastado para salvar del olvido el nombre de Juan de Morales, elegante poeta lírico y bucólico de fines del siglo XVI. Una de estas composiciones dedicada al señor de Guadalcázar nos proporciona un dato, para fijar, aunque con incertidumbre, su patria:
Duda Sedado de si su patria fué Córdoba o Sevilla. Induce a creer lo segundo el estilo de sus poesías, no desemejante al de la escuela sevillana. Nicolás Antonio cita a un Juan Bautista Morales, nacido en Montilla y autor de una obra titulada: Jornada del rey D. Sebastián a Portugal, impresa en 1612, menciona también a un Fr. Juan de Morales, natural de Málaga, que publicó una obra en 1619. Creemos que ambos son distintos de nuestro poeta. No hemos podido hallar noticia alguna de su vida. Probablemente hubiera perecido hasta su recuerdo, a no habernos conservado sus poesías Pedro de Espinosa. Cortas en número por desgracia, aunque contienen oro y de subidos quilates, redúcense a una égloga (reproducida por Sedano en el tomo primero de su colección, y por Arrieta en los apéndices al Curso de Literatura de Batteux), una oda al señor de Guadalcázar, un soneto y una traducción de la oda X del libro 2.º de Horacio. Transcribiremos la última, ya reproducida en nuestros Apuntamientos criticóbibliográficos sobre traductores castellanos de Horacio:
Oda 10.ª del libro 2.º de Horacio
Rectiús vives, Licini