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Obras completas de Menéndez... > BIBLIOTECA DE TRADUCTORES... > II : (DOMENECH-LLODRÁ) > LASSO DE LA VEGA, GARCI

Datos del fragmento

Texto

[p. 278]

Impertinencia parecería en una obra del linaje de la nuestra dar larga noticia biográfica de Garcilasso, cuando tan cumplidamente lo hizo en un trabajo especial sobre la materia el malogrado erudito D. Eustaquio Fernández de Navarrete. Y fuera de propósito parece igualmente entrar en el análisis y juicio de sus versos cuando no hay español medianamente instruído que no los haya saboreado una y cien veces hasta tomarlos de memoria, Fuera de nuestro plan están igualmente la noticia bibliográfica de sus ediciones, bastando advertir que las poesías de Garcilasso se imprimieron por vez primera con las de su amigo Boscán en Barcelona, 1543, repitiéndose en tal forma hasta veinte y una veces, por lo menos. [1] Por primera vez separó el Brocense estos poetas, publicando a Garcilasso con anotaciones en 1574, edición registrada y descrita por nosotros en el artículo del maestro Sánchez, lo mismo que sus reproducciones de 1577, 1581, 1589, 1612, 1766, 1804 y alguna otra. Herrera hizo nueva edición, acompañada de su famoso comentario, en 1580, edición igualmente registrada en el artículo correspondiente, donde asimismo se da noticia de las contiendas críticas a que dió lugar la aparición de este volumen. En 1622 publicó sus notas acompañadas del texto del poeta Tamayo de Vargas. Vagamente se citan ediciones del siglo XVII hechas en Lisboa, Estella, etc. En el segundo tercio del siglo pasado renació con el buen gusto la afición a Garcilasso, y en 1765 dió a la estampa (con primor y lindeza) sus poesías el famoso diplomático aragonés D. José N. de Azara, acompañándolas con un breve comentario tomado especialmente del Brocense. De las prensas de Sancha salieron tres reimpresiones, todas ajustadas a la de Azara, la de 1788, la de 1796 y la de 1817. En todo el siglo presente han sido reproducidas varias veces las dulcísimas poesías [p. 279] del cisne toledano. Citaremos únicamente la edición de 1854, que forma parte del tomo XXXII de la Biblioteca de AA. Españoles coleccionado por D. Adolfo de Castro. Las variantes de estas numerosas ediciones (que quizá pasen de cuarenta), son infinitas. El texto en las primeras muy descuidado, debió mucho a los trabajos de Sánchez, algo a los de Tamayo de Vargas, no tanto a los de Herrera. Todavía Azara introdujo algunas modificaciones.

A los comentadores de Garcilasso deben añadirse los nombres de Rioja, que hizo breves apuntamientos conservados en el códice M-82 de la Biblioteca Nacional, y de D. Juan Tineo Ramírez, sobrino de Jovellanos, cuyos trabajos preparatorios para la edición que proyectaba, consistentes la mayor parte en variantes y observaciones gramaticales, han llegado a nuestras manos. Don Luis Usoz y Río, en el prólogo al Cervantes Vindicado, de don J. Calderón, advierte que nadie ha impreso aun completas las obras de Garcilasso. Ignoramos, sin embargo, que se conserve inédita de este poeta otra cosa que dos sonetos en un códice que posee el señor Gayangos. Sánchez, Herrera y Azara notaron largamente las imitaciones de griegos, latinos y toscanos que hay en Garcilasso. A mi sólo me toca advertir que tradujo libremente el

Epigrama de Marcial Cum peteret dulces audax Leander amores en el soneto que comienza:

Pasando el mar Leandro el animoso

y los dos últimos dísticos de la Heroida ovidiana de Dido a Eneas:

Pues este nombre perdí...

son dos redondillas de autenticidad dudosa, que se leen sólo en las ediciones de Sánchez, Tamayo, Azara y Castro.

[Sin fecha]

Notas

[p. 278]. [1] . Vid. Gallardo, Brunet, Salvá y el reciente y bien hecho catálogo de Knapp, último editor de Boscán.