Visitador general del Obispado de Burgos (1659), y canónigo penitenciario de la iglesia de Palencia (1662). Escribió una biografía del Cardenal Cisneros, cuya repercusión le llevó a ser elegido futuro Cronista de Indias en 1677, cargo que se hizo efectivo en 1868, como sucesor de Antonio Solís. En funciones de este cargo escribió la continuación de las Décadas de Herrera, pero no llegaron a ser publicadas.