Considerado el primer químico moderno cubano, se graduó en medicina en la Universiad de La Habana (1795), siendo discípulo de Tomás de Romay, quien le recomendó a Sessé para su expedición como botánico auxiliar. A su vez, Sessé le recomendó como ayudante a Baltasar Boldo, con quien finalmente trabajó, en el contexto de la Real Comisión de Guantánamo, y a quien sucedió como primer botánico en 1799. Por entonces, Estévez recibió una asignación del Consulado para estudiar química con Luis José Proust y mineralogía con Cristiano Herrgen y Jacobo Martín de Párraga. Escribió artículos e informes sobre botánica, agronomía, refinado del azúcar y química práctica. Solicitó fondos para preparar una Flora cubana, pero la Sociedad Patriótica negó su ayuda al proyecto.