La Escuela fue fundada en el reinado de Carlos III mediante Real Orden de 14 de julio de 1777, dirigiendo los primeros estudios de Geometría Subterránea y Mineralurgia, D. Enrique Cristóbal Störr, a la sazón director de las Minas de Almadén, aprovechando, sin duda, el adelanto y la solera técnica del núcleo minero de Almadén. La denominación inicial fue de Academia de Minas, siendo la tercera en antigüedad de Europa, pues las dos primeras habían sido creadas diez años antes en Freiberg (Sajonia) y en 1775 la de Rusia, en San Petersburgo. En 1785 se amplían las enseñanzas, inaugurándose un edificio adecuado para la época, en el que además de recibir enseñanza, residen los alumnos en régimen de internado. En esta época inicial salen de sus aulas profesores y alumnos tan brillantes como Fausto Delhuyar, descubridor del wolframio, y Andrés Manuel del Río, descubridor del vanadio. La Escuela de Ingenieros se traslada a Madrid en 1836, permaneciendo la Academia de Almadén como Escuela de Capataces de Minas. En 1978, pasa a ser Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén, dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid; y a partir de 1985, la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén se integra en la Universidad de Castilla-La Mancha.