Jurista y escritor, nacido en el seno de una familia noble asturiana, es una de las figuras más descollantes del periodo y ha sido objeto de interpretaciones encontradas. De algún modo hay en él dos personalidades que se suceden, aunque en ocasiones algunos elementos de la primera coexisten con la segunda. Un primer Jovellanos aparece ligado al despotismo ilustrado, mientras que el segundo no sólo lo rechaza, sino también su deriva abiertamente revolucionaria. El Jovellanos maduro, pues, debe contarse en las filas de los pensadores tradicionales.