Ignacio Larramendi: un ejemplo poco común en España

El 7 de septiembre de 2016 se ha cumplido el 15º aniversario del fallecimiento de Ignacio Hernando de Larramendi y Montiano, reconocido empresario español ligado para siempre a MAPFRE, la empresa que bajo su dirección creció de forma insólita a escala nacional e internacional desde 1955, cuando estaba a punto de la quiebra, hasta 1990, y cuya labor mereció que se le incluyera en el libro Los cien empresarios españoles del siglo XX.

Su trayectoria empresarial quedó marcada por su sentido de la independencia y de la ética, basadas en unos hondos principios cristianos que supo aplicar a la empresa, lo que le convirtió en un heterodoxo, en un ejemplo poco común que muchos no supieron comprender y que hoy en día, en unos tiempos demasiado marcados por la corrupción de los que anteponen sus intereses venales al bien social, resultará también para muchos sorprendente y ejemplar al mismo tiempo. Especialmente si tenemos en cuenta la eficacia de su actividad profesional, que generó miles de puestos de trabajo y contribuyó generosamente a la economía del país.

Como muestra inequívoca de su ideario, se puede ver el decálogo de Ignacio Larramendi publicado por La Razón en una entrevista (leer la entrevista) que publicó el 4 de julio de 2001 en su edición impresa, tres meses antes de que falleciera. Se verá que 15 años después no solo no ha perdido vigencia sino que debería ser de riguroso cumplimiento, en especial por todos aquellos que tienen responsabilidades empresariales, sociales y, como no, políticas.

Recorte del periódico La Razón

Podemos completar la ejemplaridad del decálogo con una cita del libro mencionado más arriba: "Su sentido social quiso trasladarlo a MAPFRE y a todos sus empleados hasta el punto de introducir normas para que no se pervierta esta orientación en la entidad. Baste citar a modo de ejemplo que existe una prohibición de incorporar laboralmente a MAPFRE a familiares de empleados, directivos y consejeros, además de la limitación casi absoluta de poseer acciones de empresas del grupo, aplicable a consejeros y directivos centrales".

Cuando cumplió 65 años dejó voluntariamente todos su cargos de responsabilidad en MAPFRE y dedicó íntegramente su patrimonio a esta Fundación. En la misma entrevista del periódico La Razón Ignacio Larramendi daba sus razones y hablaba no solo de los principios que habían inspirado su vida profesional sino también la personal, dejando algunos mensajes como el que destacaba el periódico y que damos a continuación.

Recorte del periódico La Razón