La Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid tiene su origen en la Escuela especial de Almadén fundada en 1777 y que en 1835, auspiciada por Fausto Delhuyar, es traslada a Madrid, permaneciendo en Almadén una Escuela práctica. En 1893 fijó su emplazamiento en el edificio proyectado por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco y que hoy día alberga, entre otros, un museo de mineralogía y paleontología. La Escuela reparte sus actividades entre cuatro edificios, además del Centro Tecnológico de la Escuela y de las colaboraciones con la Fundación Gómez Pardo. En 2011 añade a su nombre la energía: Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía.